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Mes a mes, Manjar conjura una experiencia lectora que va un paso más allá de la idea de recibir, expectantes, un libro por mes. Un libro, una postal, una recomendación musical y una especia se unen en una entrega mensual por suscripción para dar rienda suelta a una experiencia multisensorial, porque se entiende que la literatura hecha redes hacia todos lados y algunos de ellos los encontramos en Manjar.

Para la suscripción de diciembre, la elección fue Triángulo de invierno, de Julia Deck: una mujer cansada de su vida rutinaria y poco agraciada decide cambiarse el nombre y vivir una vida nueva. Para esto se muda de Le Havre a Saint Nazaire y al poco tiempo conoce a un hombre con quien entabla relación. Pero sostener la mentira se hace cada vez más difícil. La narración de la novela es tan eclíptica como hipnótica; el cambio constante de la voz narradora le imprime, además, un sello particular a todos los ambientes -a todas las ciudades portuarias- que se despliegan en el relato.

 

¿Cuál es el criterio que usan para elegir la obra de cada suscripción y por qué eligieron para diciembre Triángulo de invierno de Julia Deck?
¡Hola! Son varios los criterios, pero hay uno fundamental ¡Que el libro nos guste muchísimo! Aparte de esto, tratamos de variar editoriales todos los meses, como de tono y de temáticas. Buscamos que el libro no sea muy experimental (no a todos los lectores les atrae) y prestamos mucha atención al estilo de cómo está escrito. Además, no entregamos clásicos, ni libros muy difundidos como criterio inamovible.

El libro que reciben los suscriptores es sorpresa para ellos y no podemos correr el riesgo de que reciban uno que ya hayan leído. En otras palabras, buscamos esa joya que reluce por sí misma, pero no encontró en su momento la repercusión correspondiente. Es una tarea hermosa, pero a veces muy cansadora. Mucho tiempo del mes nos la pasamos leyendo y no siempre es fácil encontrar el libro perfecto que reúna las condiciones ya mencionadas.

En la selección de TRIÁNGULO DE INVIERNO no hubo mucha meditación. Nos atrapó el libro desde la primera hoja: Julia Deck escribe fantástico. Su prosa fluye (¡otro requisito indispensable!) y te va llevando como de la mano. Al contrario del perfil de la protagonista (que se presenta como novelista, pero no escribe) se nota que es el producto de mucho oficio, además de original y personalísima. Cuando lo terminás, ves el rompecabezas completo y cómo sus piezas encajan perfectamente. Es una auténtica maquinaria narrativa.

 

¿Cómo sucede la elección de experiencias relacionadas a la novela y a su autora en este caso?
Desde el principio nos propusimos realizar entregas integrales. Es decir, que la experiencia sea más abarcativa y que no se agote exclusivamente en el libro y, en torno a él, armamos una constelación que lo acompañe. Además del libro, los suscriptores reciben un señalador, una postal poética, una especia culinaria, una foto en formato polaroid y 2 recomendaciones: una musical y otra audiovisual. Pensamos el libro como disparador y tratamos de captar su atmósfera. A partir de allí, realizamos nuestra investigación para poder seleccionar cada uno de los elementos. Por ejemplo, en la entrega de diciembre la película recomendada fue LE HAVRE, de Kaurismaki. Libro y película recorren la misma ciudad y es interesante observar las interpretaciones en distintos lenguajes que realizan ambos artistas.

Por otro lado, la polaroid que acompaña se trata de una foto de Debbie Harry (cantante de Blondie) vestida de marinera y, por el Physique du rol del personaje, tranquilamente podría estar ilustrando a la protagonista del libro. El poema que elegimos, también de alguna forma es evocativo con respecto a las locaciones del libro.

 

Cuando uno recorre las suscripciones anteriores puede notar que, además de editoriales grandes como Anagrama o el grupo Penguin Random House, también se interesan por integrar a la propuesta editoriales chicas, independientes. ¿Cuál es la idea que tienen sobre esto?
Ninguna en particular, aunque nos alegra mucho la cantidad de editoriales emergentes que existen en Argentina desde hace algunos años. No tienen nada que envidiarles a las grandes multinacionales y muchas veces los mejores libros se encuentran allí y superan en calidad de edición a los grandes sellos. Si bien cuando seleccionamos un libro lo hacemos en base a muchísimas variables, incluida la editorial, no es un requisito indispensable contemplar este tipo de características. En nuestra concepción del rubro, las editoriales son todas partes de una propuesta general y no hay una que valga más que otra por el simple hecho de tener más presupuesto o por considerarse “independiente” con respecto a quienes dominan en el mercado. Nos concentramos en buscar buenos libros y en poder armar nuestro propio catálogo de lecturas.

 

¿En qué se inspiraron para empezar con el proyecto?
La idea de la suscripción nació antes de la pandemia. Trabajamos (somos 2) en una librería donde no había una gran oferta de títulos para ofrecer, así que nos las ingeniamos para poder ser propositivos frente a los clientes. Básicamente, la tarea que muchos libreros hacen. Pero en este caso, en un momento nos dimos cuenta de que vendíamos más unidades de los libros que recomendábamos que de aquellos que necesitaban de prensa o de un local para poder exhibirse en estanterías o vidrieras.

La idea de una librería que venda solo libros recomendados fue la primera propuesta que surgió. Aún creemos que es una buena idea. Luego apareció la posibilidad de la suscripción y nos cuadró mucho mejor con la forma de trabajo que buscábamos. Si bien la idea del proyecto nació en agosto/septiembre de 2019, recién pudimos lanzarlo en septiembre de 2020. Nos costó mucho terminar de montar el proyecto debido a la cuarentena estricta de casi todo ese año.

 

Para finalizar, ¿Qué creen ustedes que comparten Manjar y Muta Magazine?
Muta
propone un periodismo alternativo por fuera de las agendas oficiales y dominantes. La propuesta de Manjar, de alguna manera, parte de un mismo principio. En líneas generales, creemos que el consumo de libros está organizado según 3 directrices: el canon de libros clásicos, las novedades editoriales y la difusión mediática, especialmente la de la prensa hegemónica y ahora redes sociales. Con las suscripciones incorporamos un vector organizador diferente: la curación o recomendación, que a nuestro parecer es más genuino y auténtico que los lectores lleguen a sus libros de este modo. Entendemos que Muta comparte con Manjar este mismo principio de empatía. Prefieren notas sobre temas que les resuenan (y que por esa razón podrían resonarles a otros) que la que el mercado de novedades o lo que la agenda hegemónica propone.

 

Categorías:
Cultura

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