El Nuevo Terror Argentino, una agrupación creada por 4 autores, entre ellos Cristian González, es una iniciativa que busca darle lugar a aquellas voces, esos talentos, que no lo tienen.
Conversamos con Cristian sobre el género del terror y nos contó, entre muchas cosas interesantes, sobre Navideath, un evento que, como él mismo define, fue pensado “de fan para fan”.
Así como los Cuatro Jinetes pertenecen al Apocalipsis, ¿el cine, el teatro, los libros y los cosplayers pertenecen al Nuevo Terror Argentino? ¿En qué momento ocurrió esto?
Metemos a todo, todas estas ramas del arte, el teatro, el cine, la literatura, los cosplayers, dentro del nuevo terror argentino porque creemos que sigue siendo, en Argentina, y en el mundo, por más de que en el mundo esté un poquito más popularizado, un género de nicho. Es decir, siendo muy underground y en Argentina, sobre todo, le está faltando espacio a estas ramas. Porque no solo es el terror, metemos dentro del terror también la ciencia ficción, el suspenso, y otros géneros que siempre decimos nosotros que vienen derivados de la ciencia ficción. Como que la ciencia ficción es la madre y nos permite hacer todos estos subgéneros, entre ellos el terror.
La idea o cómo pasa esto que se termina agrupando todo es esto mismo, la necesidad de dentro de un mismo nicho meter también a la música, porque la música corre con la misma suerte que la literatura u otras ramas, ya sea el Rock Punk, el Heavy Metal y otros.
Entonces, creemos que esta vanguardia, este underground que tiene el terror permite subdividirse nuevamente. Por eso mismo es que termina todo dentro del Nuevo Terror Argentino.
¿Puedes contarnos un poco sobre cómo surgió la propuesta de “Navideath”? ¿Quiénes son ustedes y por qué creen en la muerte navideña? 🙂
El evento Navideath fue espontáneo. Lo primero que se creó fue la agrupación, denominada Nuevo Terror Argentino, la cual la componemos José María Calvo, Elízabeth Rivadeneira, Nicolás Francis y quien te habla que es Cristian González. Los cuatro somos autores, los cuatro hemos incursionado en la música, en la radio, también en el cine en el caso de Elízabeth, hemos brindado talleres sobre lo que tiene que ver con la literatura. Y nace la agrupación con la primicia de armar una agrupación donde podamos meter las voces que no tienen lugar, porque a nosotros muchas veces nos pasa de estar siempre en el under y no tener nuestros propios espacios. Entonces, creamos la agrupación y ya empezamos generando antologías y después fue dar un pasito más para crear nuestros propios espacios literarios. Y el primero que hicimos fue Navideath, que justo se dio en diciembre. La idea es siempre, cada dos o tres meses, generar un evento que sea temático con el mes en cuestión. Nace, también, por una cuestión de vincularlo con el terror, con el heavy metal, ese jueguito de palabras que creímos que quedaba bien por la banda Megadeth. Y así cerramos el primer evento, en el cual no solo hubo escritores, sino también hubo ilustradores, puestos de merchandising, proyectamos cortos independientes.
Fue un evento muy lindo y esperamos que se vuelva a repetir en el corto plazo.
Antes del evento, ¿tenían algunas ideas sobre el público que esperaban? ¿Han observado algún cambio en las edades y el consumo?
Bueno, cuando empezamos a organizar el evento, como todo lo que hacemos está hecho íntegramente a pulmón, estábamos un poco preocupados porque, bueno, no sabíamos cómo iba a impactar en el público, al margen de que nosotros cuatro, los que formamos el Nuevo Terror Argentino tenemos nuestro público, pero nuestro público es netamente lector y a veces, bueno, suelen comprar online, obviamente, y, bueno, no sabíamos cómo iba a ser la recepción y nos sorprendió gratamente porque, como te digo, esto se hizo íntegramente a pulmón y a medida que fue avanzando el evento, vimos colmada la sala y eso fue algo increíble. Y con respecto a las edades del consumo, nosotros cuando empezamos a encarar el proyecto sabíamos a quién apuntamos, de hecho, quien vino a la Navideath sabía que se iba a encontrar con autores independientes, en ningún momento nosotros en las redes vendimos gato por liebre, fuimos con la verdad, nos gusta la honestidad y mostramos, obviamente, lo que iban a encontrar que era, como ya te dije en el punto anterior, autores independientes, ilustradores.
También, que no lo cité antes, tuvimos la oportunidad de tener a Jorge Lucas que es el creador del Cazador, la historieta icónica de los años 90 en Argentina. Y, bueno, el público, lo que estuvo bueno porque nosotros sabíamos que apuntábamos a un nicho, que son gente así como nosotros, y armamos un evento de los fans para el fan, porque nosotros somos fans, entonces lo primero que pusimos sobre la mesa fue, bueno, vamos a crear algo que nos guste a nosotros, una estructura que nos guste a nosotros, la música que suene y nos guste a nosotros, qué puestos nos gustaría que estén, si nosotros fuéramos espectadores o asistentes a ese lugar, qué nos gustaría y también como hemos estado del lado de los expositores, tratamos con calidez a los expositores. La idea era eso, generar como una suerte de comunidad, un vínculo y que eso se vea de los dos lados, y, según comentarios que hemos recibido, se percibió toda esa buena vibra entre los expositores y la gente.
Lo bueno de este nicho es que al ver gente de los años 90, de los años 2000, muchos acudieron por ahí con sus hijos adolescentes o hijos ya de 20 años, ya gente grande, y nos dimos cuenta de que era posible esa unión. Porque, por más que el terror sea algo under, puede arrastrar muchas generaciones y eso es lo que tiene bueno esta movida, y quiere decir que un libro nuestro lo puede leer un adolescente de 14, 15 años, como también alguien de 50, 60, y puede convivir con esa música que se pasa también. Entonces está bueno el clima y da esa diversidad que buscábamos desde el principio, porque también apuntábamos a esto, hacer un evento netamente familiar, que sea de nicho pero familiar, que uno pueda venir con el sobrino, con el hermano, con el primo, con el hijo, que venga toda la familia. También pusimos un lugar para las infancias, para que puedan dibujar, y la idea es a futuro seguir sumando cositas para que todos puedan participar de esto, porque por ahí, quien asiste no sabe con qué se va a encontrar y si tiene un hijo chiquito, bueno, damos las herramientas para eso, porque faltan este tipo de cositas en el ambiente argentino.
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¿Qué creen que fue lo que más atrajo al público?
Bueno, lo que primero atrajo fue que teníamos muchos seguidores en las redes y a medida que fuimos viendo quiénes iban a ser los expositores, creo que fue eso. Después, el tema de no haber cobrado entrada, también el hecho de anunciar que íbamos a pasar cortos independientes o la asistencia de Jorge Lucas. Y bueno, esta cosa de la química familiar fue un punto muy positivo, todo lo que planteamos en el evento. Como te dije anteriormente, nosotros somos fans de esta movida y entonces queríamos hacer esto, ¿no? Algo que sea del fan para el fan y nos dio resultado. Yo creo que la gente no se decepcionó y esperamos que se repita dentro de poco.
Desde tu perspectiva, ¿por qué plantean la idea de un Nuevo Terror Argentino? ¿Qué diferencias sustanciales encuentran?
El nombre nace por lo que te planteé anteriormente, de esto de no tener un espacio, de ignorar las voces. Suele pasar mucho en el underground y sobre todo en países como los latinoamericanos, en nuestro caso como Argentina. Por ahí en otros países que también hay mucho under como en todo el continente europeo o Estados Unidos. Ellos tienen otro tipo de herramienta para llegar y hacerse un poquitito más masivo como lo es Amazon. Nosotros vivimos en un país con un territorio tan vasto, tan extenso, y a veces nos olvidamos, terminamos siendo un país netamente unitario. No somos para nada federales porque todos se concentran en Capital Federal. Entonces, cuando nace la idea del Nuevo Terror es para impulsar estas voces.
Por eso, en la primera antología que creamos había autores, una autora de Uruguay, un autor de San Juan. Y después cuando hicimos el evento, cuando creamos Navideath, lanzamos un concurso literario en el cual recibimos casi 150 relatos a lo largo y ancho del país. Formosa, Jujuy, Terraria Fuego, y la verdad que fue algo cansador recibirlos, leerlos, pero era lo que buscábamos, ¿no? Dar un espacio para nosotros que también estamos en esta movida y a las nuevas voces, porque en los medios, en boca de los demás, siempre están los mismos. Queremos visibilizar, no que ignoren a los demás, queremos también ser escuchados. Ahí vino el nombre Nuevo Terror Argentino.
¿Creen que el aumento en el consumo literario del terror entre los argentinos puede estar relacionado con la pandemia? Si es así, ¿a qué factores atribuyen este fenómeno? ¿Han notado algún cambio en edades y hábitos de consumo como resultado?
Bueno, como dije antes, el terror es un nicho y es contradictorio porque es masivo, pero a diferencia de otros géneros no tanto. Considero que por ahí una persona que lee romance o drama puede llegar a leer terror. ¿Por qué? Porque el terror también tiene toda esa temática. Hay relaciones amorosas, hay drama, dentro del horror, hay drama. Entonces, ¿qué hace el terror como lo hace la ciencia ficción? Toma elementos de otras cosas. O sea, apadrina y lo lleva al lado de la psique, ¿no? El miedo a lo paranormal o lo psicológico. Pero en estos otros géneros no tenés terror. Entonces, como que parece mentira que al final dentro de un género que a simple vista no podría tener romance o drama, lo tenga. En las primeras novelas góticas, como en Drácula, hay un valor de algo. Se habla del tema del romance, como pasa también en la ciencia ficción con Frankenstein. El tema de poner en la moral, hay muchos conceptos filosóficos y por ahí en otros géneros no. Y en la pandemia lo que pasó fue que hubo un auge con el tema de la literatura en todo sentido, ¿no? La gente estaba en sus casas y por ahí volvió a ese recurso que antes se usaba como distracción, que son los libros. Y de hecho los libros te permiten viajar a mundos incomprensibles a veces sin moverte del sillón de tu comedor. Y en el caso argentino yo creo que también, no sé si en Argentina o en el mundo, el tema de la globalización, el tema de las redes, impulsaron a revivir franquicias como lo son Scream, Halloween.
Obviamente, por temas de derechos creo que Freddy y Jason no siguen esa línea, pero mismo ha vuelto Hellraiser. Todo eso de antes, como dije, el tema de unir varias generaciones, vuelve otra vez. El hombre o la mujer que tiene 40 años y es fan de esto desde siempre, por ahí ahora tiene un hijo o una hija de 20 y se van arrastrando. Entonces se multiplicaron y ahora hay más cosas para ver, hay más alternativas, hay mucha competencia. Y por ahí antes, de 20 películas que se estrenaba en el cine, una era de terror y ahora hay gran chance que de 20 sean 5. Después podemos discutir si son buenas o malas, eso queda a criterio de cada uno, pero yo creo que ayudó mucho el tema de la globalización.
Siguiendo esta línea, en otros países el género es consumido y replicado en películas, a veces con cultos al género, ¿por qué creen que esto no funciona así en Argentina?
Es cierto que hay países que apuestan más a este género. El primero obviamente que se me viene a la cabeza es Estados Unidos, también Francia, podría decir España; en los últimos años España ha apostado mucho al terror, tanto en el cine como en la literatura y en las series. Por ahí algunos países asiáticos, como lo puede ser Japón, Corea, mismo Tailanda o Vietnam. En Argentina yo creo que hay una cuestión de que siempre tuvimos un grave problema de admirar o buscar lo de afuera, nos cuesta un poquito eso de no adorar lo que tenemos acá, y acá hay grandes autores y sobre todo en el circuito independiente, grandes autores, grandes películas. El tema está en la masividad, como no es masivo, no llena las salas de cine, no vende libros, entonces las editoriales, las productoras no apuestan de esa manera, a menos obviamente que estén los mismos de siempre.
Hay ciertos autores que se repiten constantemente o actores que al ponerlos en cierto proyecto ya da ganancia porque esto para el mundo no deja de ser un comercio y en Argentina, como te he citado anteriormente, nos pasa esta cosita de creernos federales y ser básicamente unitarios. Creo que tal vez nos olvidamos del interior de Argentina, donde hay montones de fans de este género. De hecho, en nuestro país hay un folclore tan rico que los escritores del interior ni siquiera tienen que pensar, solo con volver a leer esas leyendas de sus pueblos pueden generar historias terroríficas. Creo que ese es el grave problema acá, el tema de la apuesta, el tema de la masividad, pero de a poco se va dando con directores vecinos como Demian Rugna, que empezó a triunfar afuera. Pero de vuelta volvemos a lo que dije antes, al argentino le pasa un poco eso, se lo valora cuando está afuera y no cuando está acá. Eso es feo, porque hay mucho talento en cualquier rama del arte en Argentina y creo que el terror es el más underground de los géneros literarios y del cine.
¿Podemos hablar de un género latinoamericano?
Totalmente, tal vez habría que empezar a nutrir de otra manera, ¿no? A ver, yo creo que Latinoamérica tiene todos los recursos para hacer algo autóctono en la literatura y que sea un éxito en el mundo. Visité a Demian Rugna y creo que queda en claro que él hizo una película de terror magnífica, como lo es “Cuando se echa la maldad”. Se estrenó primero en Estados Unidos, fue producida por Shudder, un streaming de Estados Unidos, y él no se basó en Estados Unidos, hizo una historia netamente argentina, una historia de un folclore argentino muy increíble y ese es el camino. Latinoamérica tiene las herramientas para hacer historias macabras, terroríficas, que asusten a cualquiera y que se distribuyan en todo el mundo. Porque no creo eso de que a los de afuera no les interese lo de acá, como al argentino o al latinoamericano les llama la atención el terror norteamericano o el terror asiático, a los de afuera también les llama la atención el nuestro. Pero nos falta un poquito de nacionalismo y muchos por ahí apuntan al éxito y prefieren hablar de las tierras, que igual es valorable, es respetable. Creo que tenemos mucho para dar y mucho para explotar en Latinoamérica.
Para finalizar, ¿qué referentes nacionales recomiendas seguir?
No sé si hay referentes nacionales. Podría citar a Laizeca, pero tampoco era que escribía netamente terror. Yo creo que los autores son netamente independientes en este género. Y hay un montón. Tranquilamente en nuestro evento hubo varios de ellos, Nicolás Francis, José María Calvo, Elíseo de Arriba de Neira, quien habla acá, Cristian González. No diciendo que somos referentes, sino que autores que vienen empujando. Sebastián Paz, Lorena Chirino, Adriano Fuda, Leonardo Batalla, Julio Rembado. Y todos ellos siguen pateando para llegar a darse a conocer. Y esta es la idea del nuevo terror argentino.
¿Referente? Tal vez es mejor hablar de un grupo y tal vez el grupo como conjunto en sí puede llegar a ser referente, un solo lugar en donde puedas encontrar un montón de alternativas: trigger psicológico, terror psicológico, terror, horror, algo más gore, splatterpunk.
Individualizar es quedarnos los mismos de siempre. La idea es dejar de hablar de los mismos de siempre porque ya tienen el sustento, el apoyo. No quiere decir que sean malos, de hecho son excelentes, pero nosotros tampoco los vemos como referentes. ¿Por qué? Porque no están codeados en el ámbito del palo, lo que es el nicho. Tal vez en algún momento sí, pero tienen empuje de otros lados y se terminan aislando. Así que yo creo que prefiero no hablar de referente, sino de una agrupación a la cual se siguen sumando autores día a día.