¿Te imaginas durmiendo en un cibercafé? Un ordenador con internet gratis, asiento reclinable, televisor y hasta la posibilidad de ducharse y tomar café sin límite, durante toda la noche.
Para el hemisferio occidental los cibercafés son lugares de encuentro, descanso o de trabajo, que permiten estar conectados a internet durante horas en sitios cómodos y agradables, pero en lugares como Japón (donde funciona todo diferente), los cibercafés se convirtieron en una vivienda alternativa cada vez más común, y en este caso no por los jugadores de videojuegos.
Fumiya es un guardia de seguridad japonés de 26 años que vive en un cibercafé que funciona las 24 horas al día. Hace 10 meses que su hogar es un pequeño cubículo dónde difícilmente puede pararse y poco puede descansar.
Entre sus turnos de trabajo fuma uno y otro cigarrillo, bebe gaseosa y pide comida rápida, mientras que para dormir pone una manta sobre su cabeza para bloquear las luces externas. Es uno de los tantos protagonistas del documental Net Café Refugees (Refugiados en los cibercafé), dirigido por la fotoperiodista Shiho Fukada, que muestra la realidad laboral y económica de Japón.
Estos sitios se alquilan de manera legal y es aceptado que una persona se instale en un cubículo. De hecho, quienes viven de esta manera (contrariamente a lo que se podría pensar) no son marginales de la sociedad: son empleados temporales, jóvenes, empresarios y por qué no, los mismos trabajadores de estas residencias.
Los motivos parecen ser diversos: algunos por los costos que implica tener un hogar, falta de tiempo y otros por decisión propia. Además, estos establecimientos disponen de todo tipo de comodidades. Es más, Fumiya considera que tiene suerte de encontrar un lugar barato para vivir, y cree que el lugar está «bien equipado» porque posee duchas y servicio de lavandería.
Los refugiados de cibercafés aparecieron alrededor de 1990 y a causa de la legalización parcial del trabajo de medio tiempo se han incrementado durante la última década.
Desde entonces, la contratación a corto plazo de trabajadores aumentó un 38 por ciento, de acuerdo a representantes de sindicatos. A su vez, estos contratados ganan menos de la mitad de lo que gana un empleado a tiempo completo.
Acostumbrados a vivir en habitaciones llenas de humo de cigarrillos, con comida rápida y sueño deficientes, están quienes pasan semanas, meses o incluso años, pasando de un café a otro cada noche.
La economía próspera de Japón es una de las más destacadas, sin embargo, los costos de vivir en las ciudades son tan elevados que estos espacios pequeños y sin luz natural ofrecen una mejor solución que vivir en la calle.
Muchos creímos que los cibercafés habían perdido protagonismo como centros de acceso a internet, pero hoy en Japón son espacios de supervivencia.
Colaboración de Agustina Pasaragua para Muta. Podes ver otro de sus trabajos en el siguiente link. Te dejamos también sus cuentas de Facebook y Twitter para que estas al tanto de sus nuevas publicaciones.
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