¿Entenderá Antony Hopkins que una parte del mundo se encuentra desconcertada al encontrar que su última película filmada a través de Zoom (Zero Contact) no solo tendrá un formato coleccionable sino también que se estrenará en la primera plataforma de NFT, VUELE? ¿Comprenderá que si recién ahora la sociedad se está amigando con las nuevas tecnologías después de un update récord impulsado por las medidas sanitarias, les va a tomar dos años más entender qué está pasando? Si no lo sabe, él también debería leer la siguiente nota.
Mercado, tecnología, accesibilidad, Latinoamérica y lo que venga
2008, año bisiesto por si fuera poco: Uruguay se convertía en el primer país latinoamericano en permitir uniones civiles entre personas del mismo género; en Argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciaba un nuevo plan de retenciones móviles aplicadas a la soja y al maíz provocando la reacción de los sectores agropecuarios que decretan un paro que durará 100 días, mientras tanto, en alguna parte del mundo, un hombre -o un grupo de expertos- bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, se encontraba a punto de publicar el protocolo de Bitcoin en un artículo científico iniciando lo que para algunos es la revolución más importante del siglo.
Para 2009 Nakamoto liberaría la versión de código abierto que unía varias computadoras entre sí, generando la primera base de operaciones -la primera blockchain de Bitcoin- y la aparición de los primeros Bitcoin.
Así, este proyecto producía la moneda más poderosa del mundo y con ella una lista de palabras desconocidas se volvía cada vez más frecuente en los principales diarios: criptomonedas, blockchains y, de alguna manera, la pregunta alma de esta nota: ¿puedo pagar el alquiler con bitcoin?. Para contestar esto necesitamos algo vital: paciencia y una mente abierta. Continuemos.
Si repasamos la historia humana vemos que desde siempre han existido medios de intercambio, algunos fueron evolucionando y adaptándose, otros simplemente desaparecieron. Uno de los medios de intercambio digitales acorde a estos tiempos es la criptomoneda o criptodivisa.
A la fecha existen más de 3000 diferentes tipos en el mercado, si bien la primera fue el Bitcoin (BTC) a la fecha podemos mencionar otras como Ether (ETH), Dogecoin (DOGE), Cardano (ADA) junto a las redes blockchain que las sustentan. En el caso de Bitcoin, su red o su libro de contabilidad digital, es su propia red blockchain, que lleva su mismo nombre.
Ahora bien, entendemos como moneda a todo aquello a lo cual una persona o muchas personas en general le dan algún valor con el que realizan cambios contra bienes y servicios o contra otras monedas. Y esto se da en el caso del Bitcoin que registra su primera transacción a nombre de Laszlo Hanyecz , quien el 22 de mayo del 2010 compró dos pizzas por 10.000 bitcoins, que en aquel momento costaron U$S 41 U$S. Sabiendo que a la fecha de hoy (octubre 2021) 1 unidad de BTC son U$S 61.907,60, usted puede calcular tranquilamente cuánto cotizarán esas pizzas hoy, de ahí que se tomó el 22 de mayo como el Bitcoin Pizza Day, porque en ese comenzó a cotizar contra el dólar.
De modo que si compite contra otra moneda y además tiene comportamiento de moneda, entonces Bitcoin es… .Sí, otra moneda, y si uno se fija en sitios de exchange puede comprobar cuál es su poder.
Hasta hace poco la única manera que conocíamos de hacer fluir el dinero de forma segura era a través de alguien que nos controle, sea un banco o un gobierno, pero con la llegada de las criptomonedas los bancos y los organismos de control del Estado se encontraron frente a algo que funciona sin su intervención, que permite trackear la historia de cada unidad a través del tiempo, ver la forma en que ha circulado, que posee autorregulación y un grado de confianza inesperado para ser una creación de un desconocido de internet, por ejemplo, Bitcoin tiene un programa de emisión monetaria desde el primer día. Se sabe, desde su creación, cómo se van a emitir las monedas, cómo se va a reducir su cantidad y cuántas monedas habrá al final: la famosa cifra de 21 millones de monedas recién se alcanzará en el año 2140.
Para quienes se relacionan con el mundo tecnológico la manera de visualizar esto ya forma parte de su entorno; comprenden a la perfección que no tiene una representación física, que lo que vale realmente es el registro que cada uno tiene a su nombre, que uno puede ser propietario de esa moneda o de una fracción de esa moneda y lo mejor: que se puede usar contra otras cosas.
Pero para el resto de los mortales la explicación necesariamente está ligada primero a lo económico/práctico y luego a lo digital.
¿Cuáles serían entonces estos beneficios o explicaciones necesariamente económicas?
- El bitcoin no necesita de un banco (una vez más). Lo único que necesitas para enviar o recibir es una laptop o un smartphone y una cuenta en una wallet algo así como una billetera virtual donde recibir las criptomonedas. La mayor parte de las wallets como Binance o Bitso ofrecen este servicio de manera gratuita y sólo cobran comisiones cuando se compran o venden cripto.
- La transacción es instantánea. En la era de la velocidad cada segundo cuenta.
- Es mucho más barato. Al no haber intermediarios de gran escala no hay nadie que se quede con enormes comisiones como hacen las tarjetas o los bancos. Ya en el 2015 los bancos decidieron no procesar transferencias internacionales relacionadas con Bitcoin, en algunos casos como el del Santander Rio y Galicia, amparándose en el derecho que les confiere el artículo 792 del Código de Comercio argentino cerraron las cuentas relacionadas con el el sitio de compra-venta Unisend, que le facilitaba a los usuarios adquirir Bitcoins de manera rápida y sencilla. Lo mismo sucedió en otros bancos del mundo sin embargo para el 2018 mientras algunos bancos rechazaban la idea de que el comerciante use BTC en su balance final, si flexibilizaron la posibilidad de usar el blockchain para la votación institucional de inversores y accionistas en sus oficinas.
Latinoamérica, pandemia y pagar la cuentas a fin de mes
Todo aquel que haya escuchado o realizado una transferencia internacional entiende que la cosa se pone complicada, ya sea por los 5 cambios de moneda que países como Argentina tienen o por las políticas de regulación cambiarias a las que estamos mal acostumbrados desde hace años.
Este año la ONU publicó un informe que demostró que los inmigrantes de todo el mundo pagan hasta 25 millones de dólares en comisiones por envíos de dinero a sus familiares, poniendo de relieve “la resiliencia de los trabajadores migrantes ante las inseguridades económicas, los desastres naturales y climáticos y, en el último año, la pandemia”
Acá es donde las criptomonedas nos comienzan a sonreír. Imaginate estar viviendo en cualquier lugar del mundo y querer enviarle dinero a tus familia en Argentina, donde lo primero a tener en cuenta son las comisiones que se comen la mitad de lo que enviarías.
Para este caso el ejemplo de El Salvador es singular, ya que jubilados, docentes y trabajadores en general se mostraron con dudas respecto de la adopción del Bitcoin como moneda de curso legal, planteando que si el gobierno comienza a pagar sus deudas en Bitcoin ¿cómo podrán saber cuál va a ser el valor de sus ahorros en diez años respecto al dólar?. Aunque se sabe desde el primer día cómo se van a emitir las monedas, cómo se va a reducir la cantidad y cuántas monedas habrá al final, la población no deja de estar reticente con justa razón si no tienen la información necesaria al respecto.
Honduras mientras tanto acaba de inaugurar los primeros cajeros automáticos para Bitcoin y Etereum utilizando la moneda local. En la jerga ya se conoce a estos cajeros La Bitcoinera y su creador Juan Mayen, sostiene que es la forma más segura de cambiar dinero por Bitcoins y cree que un futuro los bancos podrían tener una moneda más. Para realizar una compra el usuario debe dirigirse al dispositivo, escanear su DNI oficial e ingresar datos personales.
Para no ir muy lejos, Argentina también medita esta posibilidad, actualmente la misma empresa que opera en El Salvador, Athena, comercializa cuatro monedas: Ethereum (ETH), Bitcoin (BTC), Bitcoin Cash (BCH) y Litecoin (LTC) en Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Santa Fe permitiendo extraer hasta 200 U$D o comprar criptos escaneando el código QR desde la aplicación utilizada como billetera (la wallet) en el celular.
El cripto obrero
Estos últimos meses hubo una explosion de preguntas a la AFIP por la declaración de BTC, sumándose estudiantes y comerciantes faltos de información sobre qué hacer respecto al fantasma del ente regulatorio y sus intimidaciones en la prensa, dado que la entidad incluyó en agosto del 2021 a las criptomonedas dentro de los bienes a declarar, lo que generó preguntas del tipo “¿Puede el gobierno saber cuánto gané?” , “¿Tengo que comunicarles lo que gano de forma informal?” , “¿Existirá en un futuro la posibilidad de cobrar mi sueldo en bitcoins o de pagar impuestos con los mismos?”.
Por un lado hay que recordar que la única manera de que la entidad sepa qué estás haciendo con tu dinero es que el sitio de exchange (la casa de cambio online) -por ejemplo Binance- colabore brindando información confidencial. Por otro lado, si para realizar esas transacciones estas usando un método P2P tradicional, sin el soporte de un sitio de exchange la cosa cambia, ya que involucra tu cuenta bancaria de tu país, por lo que la información será visible para el ente regulador de ingresos.
En la Argentina -así como cualquier otro bien a partir de la ley 24.430- las criptomonedas fueron incluidas dentro del capítulo de ganancias de capital, incluso la provincia de Córdoba ha gravado con ingresos brutos la criptomoneda.
Hay países que permiten el pago y reembolso de impuestos con criptos y otros servicios,como Nueva Zelanda, El Salvador o Portugal. Por lo pronto, en el territorio argentino al menos, no hay un entorno favorable para el desarrollo de esta moneda y no, no podemos pagar nuestras cuentas con Bitcoin (aún).