Video de FILAS en ARGENTINA para el ESCANEO de IRIS a cambio de TOKENS . 5 de Agosto de 2023. Fuente: Telefé Noticias.
“Yo diría que el 90% de todo lo que hacemos y vemos va a estar interactuando y conectado de alguna manera con la inteligencia artificial”, sostuvo Lataya Sweeney, profesora de prácticas de gobernabilidad y tecnología en la Harvard Kennedy School, durante una charla en la que expertos respondían preguntas del público. ¿Es un problema? Sí. ¿Se puede hacer algo al respecto? Aquí es donde las opiniones divergen: mientras algunos predicen la desaparición del trabajo humano, otros líderes tecnológicos buscan soluciones alternativas.
Entre ellos, Worldcoin ha emergido como un actor significativo. La empresa Tools for Humanity (TFH), fundada por Sam Altman (CEO de OpenAI), Max Novendstern y Alex Blania, no es nueva en este mundo. Los tres, hijos del movimiento tecnológico impulsado en Silicon Valley a principios de los 90 y seguidores de Satoshi Nakamoto (pseudónimo del presunto creador de Bitcoin), tienen claro que el futuro está en invertir en tecnologías emergentes, y que quien llegue primero se lleva todo.
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En Argentina, sus nombres han resonado con fuerza en los últimos meses, especialmente tras las largas colas de familias en las esquinas del Gran Buenos Aires, CABA y el interior del país. Su propuesta es simple y directa: con la entrega de datos personales, la empresa ofrece 25 criptomonedas (WLD), equivalentes a unos 50 USD (dependiendo del cambio), que se acreditan en la billetera virtual de la aplicación Worldcoin para ser usadas como dinero virtual o efectivo en cualquier lugar. La aplicación, integrada con varias plataformas locales como Mercado Libre, Minecraft, Shopify y Reddit, facilita un intercambio de divisas inmediato y eficaz. Los requisitos son mínimos: ser mayor de 18 años, descargar la aplicación y solicitar un turno en cualquiera de las sedes registradas en la web. En menos de 24 horas, el dinero está disponible para su uso.
En su web, justifican esta transacción con frases como “somos una compañía construida para asegurar un sistema económico más justo” o “verificando pruebas de humanidad en la era de la IA”. Pero, ¿de qué estamos hablando realmente? Por un lado, es comprensible que los avances en seguridad hayan llevado a reemplazar el PIN o la firma digital por sistemas como el escaneo facial o el reconocimiento de voz, pero no por ello dejan de ser preocupantes. Los avances continuos en esta materia revelan poca información sobre las políticas de uso de estos datos, similar a lo que sucedió con el surgimiento de las plataformas sociales en los 90. Según sus fundadores, el escaneo de ojos resuelve un objetivo real: distinguir a los humanos de los bots (un problema cada vez más evidente) y, en segundo plano, crear una base de datos universal que permita un ingreso básico universal (UBI) mediante la distribución de criptomonedas, una propuesta atractiva en países donde la bancarización no siempre es accesible y el acceso a billeteras virtuales proporciona resultados inmediatos.
Lejos de generar una repercusión que disuada a la población, la iniciativa ha sido un éxito en varias partes del mundo, con colas interminables y escasa o nula preocupación de los usuarios. No es así en el caso de la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), que ante posibles violaciones a la Ley de Protección de Datos Personales, ha decidido iniciar una investigación en curso que insta a la compañía a brindar información sobre el almacenamiento y distribución de información.
Este problema no es exclusivo de Argentina; países como España, Kenia y Francia han prohibido la empresa debido a preocupaciones sobre la protección de datos personales. Beatriz Busaniche, representante de la Fundación Vía Libre (única organización en el país que defiende los derechos en el entorno digital), ha señalado que la filtración de datos biométricos, como el iris, es irreemplazable y debería preocupar a las autoridades de protección de datos en Argentina. Mientras tanto, Martín Mazza, gerente regional de Latinoamérica de Tools for Humanity, asegura que “los datos no se monetizarán”, pero el escepticismo persiste.
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“O empujamos al gobierno a una verificación de identidad utilizando la debida diligencia, evaluación de riesgos, monitoreo de actividades e informes o utilizamos World Coin”. Alex Blania, cofundador y CEO de Tools for Humanity (TFH)
Actualizaciones Recientes de Worldcoin
Introducing World Chain, a new blockchain designed for humans ⚪️ pic.twitter.com/qNb7S3vqut
— Worldcoin (@worldcoin) April 17, 2024
Worldcoin está dispuesto a cambiar internet tal como lo conocemos y aparentemente tiene el alcance necesario para hacerlo. Más allá de las otras criptomonedas, enfocadas en la verificación de identidad y el acceso universal a la economía digital, planea presentar este verano World Chain, “una nueva blockchain diseñada para humanos”, donde todas sus aplicaciones estarán integradas para su uso. En una entrevista publicada en su canal oficial de YouTube, afirmaron que “World Chain estará abierta para todos. Los humanos verificados, incluyendo a más de 5 millones de titulares verificados de World ID, tendrán prioridad en el espacio de bloques sobre los bots y una asignación de gas para transacciones ocasionales”.
Entre la Innovación y la Preocupación
A pesar de los desafíos legales y las controversias, Worldcoin sigue operando en Argentina, atrayendo a cientos de personas que buscan beneficiarse de su oferta. La empresa pretende resolver problemas modernos como la verificación de identidad y el acceso universal a la economía digital. Sin embargo, las opciones no son muchas. Según palabras de Alex Blania, cofundador y CEO de Tools for Humanity (TFH), “o empujamos al gobierno a una verificación de identidad utilizando la debida diligencia, evaluación de riesgos, monitoreo de actividades e informes, o utilizamos World Coin”.
La falta de claridad sobre el destino final de los datos no es un tema nuevo, y las preocupaciones sobre la privacidad pasan a un segundo plano en un país donde la crisis económica fuerza a muchos a tomar decisiones precipitadas. Es crucial que las autoridades pertinentes establezcan regulaciones claras para proteger los derechos de los ciudadanos en el entorno digital, especialmente cuando la intención detrás de estas tecnologías parece estar más centrada en lucrar con los datos que en ayudarnos.