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Arte gamer, el octavo arte

 

Tal vez te resulte raro ver a tu hijo o sobrino frente a la tele con un control en la mano, entre risas y enojos por jugar videojuegos y pensar que lo que está frente a él sea una auténtica obra de arte. O tal vez no. Tal vez seas como yo, una persona con varias décadas recorridas, que creció con los cambios tecnológicos del entretenimiento y no tengas la menor duda de que en los videojuegos se manifiesta el arte ¿Cuál es la verdad? ¿Es arte o no? Más allá de las infinitas discusiones filosóficas que pueda haber en internet, acá vas a leer la verdad absoluta.

SPOILER: Los videojuegos hoy son arte.

A fines del siglo pasado los videojuegos daban sus primeros pasos en lo que hoy conocemos como inteligencia artificial: máquinas capaces de jugar ajedrez o al ta te ti. Los años pasaron y dejaron de ser un entretenimiento vistoso en las convenciones de tecnología a ser toda una industria, la más importante y redituable de estas épocas, presente en todo; celulares, consolas, smart TVs, inodoros y automóviles. En este medio hay una multi colaboración de artistas y desarrolladores con el objetivo de entretener, y entre ellos, varios con ganas de transmitir una idea o pensamiento. ¿Estamos preparados para entender su arte? Vamos por partes.

 

Primera mirada: La manera fácil de reconocer el arte

Los videojuegos son un producto multimedia. Si bien lo más fácil de reconocer son los gráficos y el sonido, hay mucho más. Por suerte nuestras mentes están ya acostumbradas y entrenadas para reconocer allí expresiones artísticas como tal piezas que sacadas del contexto de un videojuego son una obra artística en sí misma. Hay infinidad de trabajos destacables pero invito al lector a prestar oído a cualquier tipo de videojuegos, y por ejemplo, en varios podremos encontrar que no son pocos los que tienen una música de fondo realmente inspiradora. Hay músicos profesionales detrás que en muchos casos le ponen mucho corazón y algunos logran el reconocimiento en galas de premiación y festivales. Cada vez es más común enterarse de que hasta orquestas sinfónicas recorren el mundo dando espectáculos reproduciendo la música de videojuegos icónicos. Basta con buscar en Youtube los trabajos de Distant Worlds o VideoGamesLive para ver un poco cómo la música de videojuegos ganó terreno en otros ámbitos y llena teatros con cientos de artistas detrás. También hay infinidad de videos analizando temas en particular y como con la música buscan una intencionalidad, una profundidad más elaborada que lo aparente.

Por el lado de lo visual hay un enorme trabajo de artistas gráficos, algunos más destacables que otros, pero allí se puede decir que este apartado responde más a las necesidades del juego. Hay diseños de arte que asombran nuestra imaginación pero no es común verlos trascender más allá de lo que el juego es en sí. Hay tal vez una intención y mucho amor en ello, pero el ojo común sigue viendo el videojuego y no el arte gráfico
per se.

Igual aquí hay una pequeña trampilla, decir que es arte por las partes que lo conforman no sería del todo justo. Un videojuego es el conjunto de muchas cosas. Y en su conjunto debería de ser valorado, ¿no?

 

Una segunda mirada: cercanía con otras experiencias

 

Es así que podemos encontrarnos con juegos que nos acercan un poco más a experiencias antes vividas o conocidas. Lo más común es toparnos con los mal llamados “pelijuegos”. Estos presentan un formato cercano a lo cinematográfico con personajes desarrollados, guiones elaborados y hasta pueden contar con la participación de artistas reconocidos de otros medios. Es muy común que en ellos el trabajo del desarrollador se enfoque en plantear una idea o un tema para contarnos una historia con condimentos de interactividad. Puede parecerse mucho a lo que vivimos con el séptimo arte pero bien manejado, permiten empatizar mucho más gracias a que quien está jugando forma parte activa de lo que se cuenta. Pérdidas, emociones, decisiones, este tipo de situaciones bien manejadas por los creadores son verdaderas experiencias superadoras con otro tipo de matiz diferente al cine o la televisión. Acá la experiencia artística es más pragmática y casi siempre el objetivo del desarrollador es más directo: retratar una relación padre e hijo; cómo se sobrelleva una depresión; alegorías sobre problemas sociales y mucho más planteos interesantes. Hay una larga lista de títulos que trabajan lo artístico desde este enfoque, casi siempre con grandes producciones, que apuntan a un público masivo porque, las empresas saben que la gran mayoría de los usuarios es más permeable a este tipo de experiencias.

Por otro lado tenemos juegos que buscan el lado artístico por otros horizontes, como lo musical, donde uno interactúa con el entorno para dar forma a la música o casos en los que por ejemplo todo se cuenta en forma de poema. Nadie niega el arte en ellos, es claro a nuestros sentidos a los minutos de interactuar con ellos y hay una intención, pero estas situaciones son muy similares a lo que vemos en otros tipos de artes con una vuelta de tuerca, casi siempre jugando con la interactividad del público. Dentro de los videojuegos hay experiencias aún más profundas.

 

El nirvana videojueguil: jugarlos

¿Cómo podemos reconocer el arte en un libro si no lo leemos? ¿O apreciar una buena película si no la miramos? Es así que hay que preguntarse cómo es posible apreciar el arte en un videojuego si no lo hemos jugado, incluso si no lo hemos completado. De ahí que muchas de sus virtudes no se pueden explicar y requieren que sí o sí los juguemos. Por ejemplo. Journey, un juego premiado en infinidad de sitios y eventos, un personaje en viaje hacia un horizonte luminoso que supo estremecer el alma de sus jugadores, no hay diálogos, no hay un arco argumental o desarrollo de personajes, difícil el explicar el porqué, digno de una nota aparte, pero el viaje es una experiencia única y conmovedora. Tetris Effect es el típico juego de puzzle que conocemos de los 80, pero la conjunción de colores, música e inmersión gracias a las tecnologías de realidad virtual, hacen que jugar al mismo sea algo que nos transporta y conecta con nosotros mismos. Kid A Mnesia Exhibition es una experiencia en consolas de última generación que explora abstracciones artísticas salidas de las mentes de la reconocida banda Radiohead, algo que se aleja de los típicos objetivos de los videojuegos como los puntajes o metas pero que solo en dicha plataforma es posible plasmar. Incluso hay juegos más convencionales como Chrono Trigger o Final Fantasy 7 que marcaron a fuego a sus jugadores, obras maestras que, si somos ajenos al mundo gamer, veríamos de otra manera.

journey

Puede que te cuente que ya hay museos que tienen apartados sobre videojuegos, que hay instituciones que lo reconocen como expresión artística o que incluso hay organizaciones dedicadas a la preservación de los mismos por su aporte cultural. Aún así nada de eso te podrá convencer de que en este medio hay arte si es que todavía tenías dudas; no queda otra, para entender su arte hay que jugarlos, vivirlos, no hay otro camino.
En el vasto universo de videojuegos podremos encontrarnos con muchas cosas, no todo puede tener una carga artística, así como entre libros encontramos de cocina, manuales técnicos, novelas y poemas. Los videojuegos son un medio y en ellos florecen huellas culturales de distinta intensidad.

Lamentablemente no es un medio alcanzable para todos hoy en día, realizar un videojuego requiere mucha inversión y recursos, y quizás por eso sus creadores no se llamen a sí mismos artistas, pero en sus trabajos podremos encontrar mucho más de lo que se deja ver a simple vista. Tampoco es fácil apreciarlos, necesitan de nuestro tiempo y atención si es que queremos ver lo que tienen para ofrecernos, pero no se puede dudar
que hay un nuevo arte en ellos, un mundo de experiencias que puede cambiar incluso la percepción de cómo ver e interactuar con nuestro mundo físico. Si sos de los escépticos que creen que son solo entretenimiento, incluso que solo es para los más pequeños, te invito a experimentarlos, a abrirte a nuevos horizontes, te invito a transformar tu manera de ver los mismos y encontrarás un universo nuevo para explorar.


 

Escrito por  Pantenegro Marcos.

Correciones Muta Magazine.

Categorías:
Cyberpunk

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