Pero las manejan mejor que nosotros.
Que tal si los árboles tuviesen algún tipo de inteligencia en su interior, que les permita una comunicación subterránea de la que no tuviésemos conocimiento alguno. ¿Suena chévere no? Imaginá por un momento un organismo vivo que se preocupe por sobrevivir en forma diaria con nosotros con nuestros celulares y que solo una persona lo haya demostrado.
Esto mismo demostró la profesora de ecología forestal de la Universidad de Columbia «Suzanne Simard».
Actualmente los bosques cubren el 30% de las tierras del mundo, es decir, cerca de 40 millones de km2. Esto equivale aproximadamente a un campo de fútbol por cada habitante del planeta. La forestación que cubre la superficie terrestre del planet incluye bosques primarios inalterados a bosques planificados y utilizados con múltiples propósitos. Todos en perfecta armonía a pocos kilómetros de nuestras casa, ajenos a sus propias burbujas o al menos eso pensábamos hasta hace poco tiempo. “Bajo tierra, árboles y hongos forman asociaciones conocidas como micorrizas: los hongos en forma de hilos se envuelven y se fusionan con las raíces de los árboles, ayudándolos a extraer agua y nutrientes como fósforo y nitrógeno a cambio de algunos de los azúcares que los árboles producen a través de la fotosíntesis” Sostiene Suzanne.
Si bien esta idea no es vieja sino que la misma Simard en una charla TEDx explica que otros científicos ya la habían planteado, es la primera vez que se tienen datos esclarecedores sobre el tema. Simard ayudó a comprender desde sus experimentos la existencia de un Árbol Madre o árbol núcleo: los árboles más viejos dentro del bosque que actúan como una gran red de micorrizas.
Este árbol ayuda a las plántulas – la planta joven al poco tiempo de brotar de la semilla – infectándolas con hongos que tienen nutrientes que necesitan para crecer. Estos hilos de hongos bien extensos, unen a casi todos los árboles de un bosque, incluso árboles de diferentes especies, en otras palabras todos los árboles pueden compartir recursos y verse beneficiados de los mismos como si fuesen un mismo organismo. ¿Acaso estamos hablando de la internet? ¡Ni de remota casualidad!
Otra particularidad descubierta tiene que ver con su estado de alerta. Ante la mordedura de un insecto o parásito, los árboles y plantas liberan señales químicas para que las especies de alrededor suban sus defensas
Segun Suzanne “Cuando los árboles madre están heridos o muriendo, también envían mensajes de sabiduría a la siguiente generación de plántulas Estos dos compuestos incrementan la resistencia de las plántulas a la tensión futura. Así que los árboles hablan”
Hasta aquí es todo maravilloso pero porque les prestamos tan poca atención cuando sus redes nos protegen. Porque no logramos comprender que la poca protección y conocimiento que tenemos sobre este tema esta íntimamente ligado a los recientes incendios en distintas partes del mundo entre otros motivos. Según los datos publicados por el «Global Forest Watch» la plataforma de monitoreo de que pertenece al «World Resources Institute», el año pasado se perdieron en los trópicos 11,9 millones de hectáreas en general – cerca de una tercera parte de esa pérdida, 3,8 millones de hectáreas, correspondió a bosques primarios: bosques maduros sin intervención humana – en los bosques de Brasil y Bolivia. La buena noticia dentro de esta mala noticia es que son pocos pero existen posibilidades de autoregeneración para sistemas de bosques complejos y con esperanza de seguir algunos preceptos en un futuro sean mas los que puedan hacerlo. Siguiendo a Simard hay 4 soluciones simples:
Primero, tenemos que salir a los bosques. Tenemos que involucrarnos localmente con nuestros bosques. Tener un buen manejo conocimiento de los procesos de restauración y conservación.
Segundo, debemos salvar nuestros bosques maduros, que son los depósitos genéticos, de árboles madre y redes micorrizales. Eso significa, menos tala.
Tercero, cuando se tale, rescatar el legado, los árboles madre y las redes, la madera y los genes, para que transmitan su sabiduría a la siguiente. Ser conservacionistas.
Cuarto , debemos regenerar nuestros bosques con diversidad de especies, genotipos y estructuras plantando y permitiendo la regeneración natural.
Recuerda entonces la próxima vez que te encuentres frente a un bosque, como en cualquier casa, pedir permiso antes de entrar.
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