(O como me infiltré para que me disparen ideas)
¿Qué es lo que sucede cuando se cruzan un mensaje en el grupo de whatsapp con una invitación a un evento y la llegada de un viejo amigo al barrio? Que si ambas cosas se cruzan capaz te ahorras nafta.
Y así fué que me ofrecí para asistir a la muestra de arte de la Fundación Vía Libre #DatosEnFuga.
La cita fue el sábado 20 de Agosto en Multiespacio Korova (Paraguay 4667, Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y organizaba Democracia en Red, O.D.I.A. (me encanta el acrónimo) -el Observatorio de Derecho Informático Argentino- y Fundación Vía Libre.
Me puse mi buzo limpio de Evangelion, el pantalón largo no tan roto que tenía disponible y las zapatillas de entrecasa que como son nuevas me hacen quedar bien.
Las puertas se abrían a las 18:30, así que para evitar estar en la puerta como un groupie pero no llegar tan tarde y quedar como poco profesional, llegué a las 18:45. Ahí me dí cuenta: era re temprano. Entro, nadie me dice que me vaya y doy una pequeña visita. Hay cosas enchufandose aún, un grupito de gente donde entre murmullos escucho las palabras “Europa” “contemporáneo” y muchos latiguillos en inglés. Como en los recis under, caer temprano fue al re pedo para un neófito que no caza la onda.
Decidí pasar los siguientes 40 minutos de la manera en la que una persona moderna y cosmopolita como quien escribe los pasaría: me senté en la vereda a 6 metros de la puerta y miré la nada hasta que pasó el rato.
¡Ahora sí! al ver una pareja de jóvenes entrar al recinto, me sumerjo en la experiencia y este cartelote me da la bienvenida.
Vamos por orden de aparición, data de la página oficial y de otras fuentes:
SELF (de la serie DATA/MOOD/SELF)
Esta obra conforma tres piezas generativas, entramados entre diferentes tipos de datos que producen un hecho estético, una manifestación visual de ese cruce arbitrario o caprichoso que representa el recorte posible de la subjetividad de un individuo frente a la complejidad. El proyecto consiste en un sistema de tres obras en torno a la pandemia como tema que atravesó diferentes esferas de la experiencia. En un ejercicio pensado desde la tríada, se presentan tres órdenes dentro del mismo tema, en representación de las diferentes perspectivas: DATA / MOOD / SELF.
- En DATA nos encontramos con un algoritmo que a partir del genoma del virus SARS-CoV-2 estructura una representación visual en la que el color está determinado por las dos fuentes de aleatoriedad –asignado a cada una de las cuatro bases nitrogenadas del genoma ACGT y la posición por la secuencia específica del genoma del virus; esta pieza simboliza lo abstracto.
- Mientras tanto MOOD simboliza el orden de lo concreto, articulando datos sobre el crecimiento del Bitcoin durante el periodo de la pandemia (las variaciones en el precio entre marzo del 2020 y abril del 2021), el efecto de aceleración en la digitalización que ésta produjo y su impacto en la esfera económica, su amplia popularización, y el notable aumento de usuarios y plataformas dedicadas a las monedas descentralizadas.
- Finalmente SELF, simboliza un indicador en la escala de la experiencia subjetiva, articulando un dato del cuerpo como son los pasos y las caminatas, como factor gráfico de los distintos estadíos del aislamiento y la repercusión en su comportamiento como individuo. Los datos tomados fueron distancia, paso, tiempo y calorías quemadas.
Data sacada de: https://www.arte-online.net/Agenda/Conferencias/DATA.MOOD.SELF
Calle Vista
Maximiliano Parlagreco, Juan Leguizamón, Sofia Paz Basail
Es una obra de net art que subvierte los usos estandarizados de Google Street View al poner en evidencia la inteligencia artificial que la empresa utiliza para reconocer y difuminar los rostros de las personas que fotografía. El proceso informático que este dispositivo de representación cartográfica ejecuta es resignificado para imprimir una huella local de aquellos sujetos quienes nunca fueron consultados, en primera instancia, si deseaban formar parte de una base de datos masiva y privada.
- La DerivaUna computadora es programada para derivar por la Ciudad de Buenos Aires al hacer clicks en posiciones aleatorias de la interfaz de Google Street View durante las veinticuatro horas del viernes 11 de junio.
- La VisiónSu recorrido -cuyo punto de partida es el kilómetro cero de la Argentina, donde los autos de nueve cámaras hicieron su desfile de inauguración nacional hace ocho años- es procesado por un algoritmo de visión computarizada que descompone la imagen original según ochenta categorías de reconocimiento.
- La HuellaLos conjuntos de píxeles identificados como personas son almacenados en un mosaico final que se actualiza cada una hora, generando una huella local de aquellos sujetos quienes nunca fueron consultados si deseaban formar parte de una base de datos masiva privada.
Data sacada de la página oficial, donde ¡además pueden ver la obra online!: https://callevista.com.ar
La luz del vacío
María Florencia Sanchez Aquino
Según los registros realizados por el Observatorio de las Violencias de Género “Ahora que sí nos ven”, durante el 2021 en Argentina hubo 256 víctimas fatales de violencia de género que involucraron 233 femicidios íntimos. A su vez, dichas víctimas tenían 181 niñxs a cargo.
“La luz del vacío” es una instalación electrónica que intenta exponer de forma lumínica una visualización de datos alternativa respecto de aquellas estadísticas que se presentan de forma banalizada en muchos medios de comunicación.
En palabras de la artista: “Si bien es claro que cada víctima de violencia de género representa más que un dato expresado en una instalación electrónica, es en cada luz que se enciende en que está obra intenta gritar un continuo #Niunamenos por todas y cada una de las víctimas que hoy no están”.
Carpeta Fotos
Un entorno en tres dimensiones -podríamos decir que es una versión enrarecida de Google Maps- sirve como escenario para recorrer Buenos Aires a través de fotografías y recuerdos guiados por una serie de narradores maquínicos que insertan día, hora y ubicación a cada situación. Los detalles resultan frágiles, como si estos entes digitales no tuviesen la certeza que solemos esperar de aplicaciones y programas, pero sirven para ofrecer recuerdos y presentarlos con modelos 3D e imágenes que se van transformando.
Los momentos que Florencia Vallejos conecta en Carpeta Fotos nos introducen en un tipo de narrativa experimental que se construye a partir de imágenes encontradas en su computadora y que nos permiten acercarnos a sus memorias por medio de retratos de comida, manos, partes de casas y formas 3D básicas. A medida que las narraciones se suceden somos testigos de un proceso necesariamente fragmentado por las múltiples narraciones que nos lleva incluso a la Papelera de reciclaje donde encontramos más recuerdos y nos deja al hilo de una confesión que podríamos sentir propia: ” Mi vida es un archivo que no encuentro”.
El sol es mi pantalla / capturas de la privacidad
Es una obra generativa de procesos vinculados con la “memoria digital” desde la investigación biográfica de archivos y la privacidad de datos personales. Expone una revisión de los actos cotidianos, la ética de las relaciones interpersonales, la crisis biopolítica y la carencia de derechos tecnodigitales. ¿El Sol? ¿Cuál sol? Es la retórica que imprime el bordeamiento de una sociedad dormida sin manifestarse, excedida de virtualidad, de pantallas, en la distancia impuesta por lo digital. ¿Qué guarda la memoria digital de un teléfono? Información y recorridos sensibles que actúan como caso de estudio en situaciones sociales trazadas por una curaduría de la vida misma. En estas tensiones se indica un sol que no existe, reemplazado por los dispositivos móviles que capturan tiempo, emociones y memorias íntimas, y por lo tanto, privadas y vulnerables”.
Atención, acá el informe se va al chori, así que si a Ud. le interesaba saber sobre la muestra de la manera más objetiva en la que puede escribirla este servidor, puede cerrar el texto acá y leer otros artículos de la pagina como -La tecnología puede ser nuestra mejor aliada y nuestra peor enemiga- o -Por qué leer a Mariana Enriquez-. Digo, porque la ausencia de la imagen para la última obra mencionada ya debería haberle levantado una sospecha: esa obra no la vi.
No, no la ví, porque no la encontré, y eso que recorrí el recinto 3 veces (aunque había una puerta que rezaba NO PASAR, y aunque obedecí como buen ciudadano, miré para adentro cuando se abrió y solo vi salir una persona con cara de firme concentración en sus tareas. Eso sí, encontré el bar, y en un salón al que no ingresé por estar sus puertas cerradas había una banda preparando equipos para hacer música, creo.
Dándoles una idea del nivel cultural que manejo: dos experiencias en el lugar
- En mi primer ingreso, mientras enchufaban todo, entré en una habitación donde estaban 3 computadoras enchufadas con las imágenes de Google Maps, la instalación con luces de LED y en otro costado, una pantalla de televisor echada al suelo, encendida y encima suyo un celular enchufado con un cargador. Esto ultimo tambien creí que era obra y me la pasé 5 minutos viendola como un idiota.
- Mientras la banda probaba equipos, veo salir una persona de pelo teñido y expansores, que se dirige decididamente hacia donde la gente se encontraba y conecta un micrófono a un parlante. Al instante, un fuertisimo:
KJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJWWWWWWWWWWWOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOKJJJJJJJJJJJJJJJ
Mis neuronas se dispararon al grito de “jodeme que va a hacer noise”, pero se llamaron a silencio vergonzoso cuando escucharon el “uy, perdón” de parte de tan respetuosx microfono-portante.
Ya habiendo dejado en claro esto y llenando de vergüenza a mis profes de mi inconclusa carrera de Artes Visuales, aquí lo que desde la dirección editorial me pidieron.
Comentarios TOTALMENTE SUBJETIVOS ACERCA DE LA MUESTRA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UN IGNARO:
“La intención está bien, lo que me pasa, siento que para que te impacte tenes que estar metido en el tema, muy interiorizado, creo entender lo que se intentó hacer pero se me hace que debe ser muy difícil hacer algo que impacte y que te llegue sin saber de la cosa -sea el tema o la técnica- porque son experimentos con data… entiendo, tal vez, que es lo que quieren decir, pero también entiendo que la manera de exhibirlo no es demasiado pintoresca porque tal vez es el experimento y no el resultado.”
Eso es más o menos lo que expuse en el audio al referirme a mi primera impresión. Ahora, un pequeño desarrollo:
Hay un detrás perceptible en la curaduría, un hilo invisible y algo esquivo, al cual espero no impregnarle demasiada forma al escribir la nota, y esa sensación sin demasiada definición y que me dispara aristas es lo que me gustaría resaltar. Es el acceso y manejo de tanta data, anónima y hasta privada, las memorias en la nube, la información fría que se traduce a números en una pantalla, este mäelstrom de factores virtuales que se mimetizan en la símil realidad que el celular que tengo al lado y la computadora donde estoy tipeando se la pasan alimentando y reforzando; me arroja estas dudas y sentencias que ahora son más concretas:
-¿Que se hace con la data que entregamos? ¿Quien la regula? ¿A quién beneficia?
-¿Acaso es tan segura cualquier data?
-A la larga, tal vez, ésta data también se vea nublada por el paso del tiempo o la censura sin saber que hacíamos con ella desde el primer momento.
Y así, cuando vi que el lugar se iba llenando de gente muy bien vestida, perfumada, peinada y de agraciada apariencia me sentí re zarpado; y mientras escuchaba de uno de los varios círculos de gente a una persona que dijo la palabra “marxismo” tres veces en menos de un minuto, y entraba una -voy a asumir género- chica muy parecida a Elle Fanning, me fuí, porque no podia mas con mis pensamientos, en especial porque aun no entiendo bien que es el marxismo, y me esperaba una parrillita y unos tragos de fernet con coca.
Revisión (12 de junio de 2024): Este artículo ha sido revisado para incluir pie de foto.