Saludos, habitantes de la Tierra, continuamos con la parte final de la entrevista a Lele Ferreyra, Ilustrador, miembro de Alegría, profesor y tipo copado. Sumérjase en el divague y recabamos data juntos. Te dejamos para que leas por si no lo hiciste la primer y segunda parte.
Lo que se viene
Primero, habías mencionado que tienen proyectos ¿Hay una Cancelado número 2?
Sí, el tema es para cuando. Estamos muy hasta las manos de proyectos, de ideas y andamos viendo cómo la piloteamos con todo eso, con mucho cansancio, con desgaste, pero nos vamos organizando. Eso nos permite hacer proyecciones. El primer número nos gustó, pero sabemos que podemos hacer algo mucho mejor. Fue “un vamos a ver qué onda”, ver cómo nos salía hacer una revista, aprendimos un montón de boludeces que son necesarias a la hora de imprimir.
¿Algún cuarto anuario?
Mirá, esperemos que no. Porque si viene, será con la jeta de Larreta. Algo que nadie quiere ver. Hay un libro que queremos sacar pero bueno no lo quiero quemar. Más adelante te cuento. Igual, son todas cuestiones que hablamos y consensuamos en grupo. Vamos a ver que se va perfilando aparte de la Cancelado.
Si, yo me pregunto porque con la cantidad de material que tienen periódicamente, hay material de sobra.
Si, es una pena que no quede eso en un formato de anuario. El cuarto no se pudo imprimir por el tema de la pandemia. También es un temón el laburo que lleva cada anuario. El laburo de edición, corrección y diseño es quemante. Yo estuve ayudando en la edición del tercero y quedé roto. El Polaco y Sémola también y eso que fue un laburo de muchas manos, mucha gente laburó a full. Antes de volver a hacer algo así uno debe pensarlo seriamente, porque sabés que quedan secuelas (risas)
Tenés gente atrás diciéndote: ¿che cuándo sale?
En Alegría laburaron muchísimo muchos compañeros. El Polaco , Sémola, Ariel LV, Otto, Malefico, Anti, Mantrul, Von Chuyo, Catinga, Max Sq, Hor Lang, Pit, Podetti, Langer, Mancor, Nani, Nana, El Cape, Guiraldez, Jericles, Mónaco, Pezeta y muchos más. Actualmente Ernan, Razz, El Nolo, Maxi Falcone y Agite forman la estructura de , son los cráneos que programan, arman las tiras para El Argentino, etc. Manu hasta hace poco coordinaba todo el laburo con la Barcelona.
Me acuerdo de que antes de la pandemia se estaban moviendo por un montón de lados.
Sí, hicimos movidas por todos lados. Viajamos bastante, eventos, jornadas, charlas, fuimos a universidades, programas de radio, a la tele. De todo, desde el Centro Cultural por la Memoria de Trelew hasta pequeñas ferias. Movidas repletas de gente y otras para dos personas. Alucinantes y patéticas.
El otro día el bar estaba lleno y fue la primera presentación en plena pandemia. Somos una banda que anima fiestitas dónde nos llamen.
Eso es lo que notaba en algunos eventos que suelen armar, que se respira como un aire a recital.
Que apreciación generosa jaja y… puede ser. A veces nos llaman y otras son movidas que gestionamos nosotros. Nos cabe armar movidas, estos últimos años se cortó todo por la pandemia, pero estamos volviendo a la ruta. Pelando los triciclos de nuevo.
A veces hay que organizar un poco, tratar de ver qué hacemos, para donde vamos, como sacamos un mango para seguir. No sé si es lo que me gusta hacer, pero cuando me metí en me di cuenta de que era un costado flaco ese. Alguien tenía que hacer eso.
Si, estando en un grupo así el puesto de organizador es uno de los que más cuesta…
Es un puesto ingrato, nadie te va a tirar un “che, que bueno lo que hiciste, si vos no hacías esto…” Lo más probable es que al querer decir algo te vomiten encima, en el mejor de los casos.
En eso también se parece a los recitales
El Background
¿Entre todas estas facetas, con cuál te identificas?
Yo soy dibujante, me formé en escuela de Bellas Artes. Cuando entré a la escuela la flasheé mal. Ahí tuve maestros del carajo. Recuerdo que conocí a mis tiernos 20 añitos al Polaco, a Gastón (Sémola Souto) a Diego Segovia y tuve un montón de compañeritos de escuela que después fueron mostros.
¿En dónde estudiaron?
En la Pueyrredón. La Prili. La nuestra fue una camada que fue testigo de cómo hicieron mierda la educación artística, cuando nosotros cursábamos fue que se formó la mierda del IUNA, ahora UNA. Nosotros vimos lo que fue la degradación de lo que era el laburo de taller. Cuando entré a la escuela veías gente pintando espalda con espalda, en los pasillos, estallaba la escuela. Ahora es una mierda. Creo que donde fue la Prili hay una galería ahora, oficinas y ofrecen talleres a las viejas de Recoleta. Bueno, como funciona el arte acá vistesss. Igual no volví a pisar la escuela.
Ja, yo fui al IUNA y me terminé bajando.
Mucha teoría al pedo, horarios complicados. Una cosa muy pretenciosa donde quitan lo esencial que es el laburo de taller. Yo fui docente ahí, y tenía que dar en un cuatrimestre lo que yo aprendí en dos años. ¿Cómo aprendés técnicas así? Es más complejo el tema, va ligado con toda la mierda que siempre se quiso hacer con la educación, con las políticas que quieren gerenciarla. Encima las escuelas de arte son el último orejón del tarro. Hicieron mierda la Pueyrredón, la Cárcova, la Belgrano, están haciendo mierda el Lola Mora…
Por eso quería preguntar qué formación tenías vos, si habías estudiado.
Si, yo estudié en la primera camada que hubo de dibujo, porque antes solo había pintura, escultura y grabado como profesorados. En esa camada se anotaron un montón. Fue una generación muy fuerte de dibujantes. Imaginate, ¡¡no había profesorado de dibujo!! Ahí cursaron muchos que ya habían hecho la carrera pero egresaron de otros profesorados. Creo que pasó algo así con las primeras escuelas de cine antes de que se llene de niñes bien queriendo armar productoras.
De esa camada salieron bastantes dibujantes conocidos…
Si. De ahí salieron un montón, un montón. La Pueyrredón fue un crisol re interesante. Lo que pasa es que eso no está muy visto, se lo ve como un fenómeno muy sui generis, como que se dio así de casualidad, pero vos cuando hacés la retrospectiva y empezás a ver “uh este loco también estuvo acá, uh este loco también, chau”. Todos en un margen de 4, 5 años.
Todo arrancó de pibe en la escuela de Garaycochea, con Goyo Mazzeo que nos hacía sufrir, te enseñaba a la vieja usanza: “Hoy, manos”. Y a dibujar 8000 manos…Hoy caras y así… Ahora que soy profe de historieta soy un agradecido de sus lecciones y aplico mucho de lo que aprendí de pibe. Después me metí en una escuela técnica así que ahí aprendí dibujo técnico y me recibí de Maestro Mayor de Obras y paralelamente cursé en la EHA (Escuela de Historieta Argentina) y lo tuve de profe a Pez. Después la Pueyrredón y de ahí a hacer cualquier cosa para sobrevivir. Abandoné el dibujo como por diez años, lapso en el que además tuve algún que otro problemilla psiquiátrico, jajaja. Sólo hacía storyboards, laburaba en publicidad o en changas artísticas, que es con lo que pude sustentarme. Después, cuando más o menos logré cierta estabilidad, volví un poco a lo que me gusta que es la ilustración, la historieta. El Polaco, y Gastón (Souto) me rompían las bolas, me alentaban “che volvé, ponete a dibujar otra vez”, me pusieron las pilas y les estoy muy agradecido, son amiguitos de la vida. Ahí volví al ruedo, publicando una cosita acá, otra allá, dejando las pastillitas de colores jajaja. Y luego vino que para mí fue una escuela donde aprendí de los colegas un montón. Porque para mí fue un aprendizaje, un aprendizaje del oficio. En mi parate siempre salía algo, alguna ilustración, algo para alguna revista, no es que no hacía nada, pero eran changas. En el laburo es diario.
En ese momento no podrías sentarte y hacer solo obra”
Claro. Es un mal de nuestra generación de dibujantes ¿Cuál fue la última generación en papel? no lo sé, la de Podetti, Parés, Fayo todavía publicaba. La nuestra vino cagada, Una vez Mandrafina me dijo “Yo hice historieta porque no podía hacer cine”. A nosotros nos pasó al revés, nuestra generación es fana de la historieta, en mi caso hasta coleccionista, pero no sabíamos dónde verga publicar, qué hacer. Así fueron saliendo la Catzole, la Lulelelele y alguna que otra revista junto a movidas más fanzineras, todo a pulmón, sin roce editorial como había sido hasta entonces. Y no cambio la cosa. Tenés que estar recreándote todo el tiempo, es como un laburo de supervivencia permanente. Acomodándote a los nuevos formatos. Como la Fierro ahora.
Sale por internet ahora.
Sale por internet. Y bueno también hay que ver, probar
Justo la Fierro era algo a lo que estaba muy acostumbrado a leer.
A leer, muy tangible y palpable. Pero bueno hay que bancar la parada. Es la Fierro.
Bueno, esta es más una pregunta para unir cabos, ¿qué otras disciplinas practicas o te gustan?
Bueno, ahí soy medio un bicho raro, apretaste el botón de zona liberada para el ego. Paralelamente a la Pueyrredón hice la carrera de titiriteros en el Teatro San Martín. ¡Me gustan los títeres y me la re banco, loco! Dirigí obras de teatro y me enganché haciendo teatro de sombras. Hasta de maquinista en un teatro laburé. Estudié cine pero no soporté el ambiente. Laburé como director de arte y todo, pero me topé con gente muy estúpida y me cansé. Como profe trabajé a todo nivel. Desde escuelas recuperadoras hasta programas del ministerio de educación recorriendo el país. Ahora tengo todo metido en un galpón: la prensa, las historietas, los libros, los vinilos. Lo estoy por ampliar para armar el taller definitivo. Abrí esta librería… Bueno vos me preguntaste…jaja
Y bueno, yo soy un bicho de las letras. Vengo de ese palo también, a veces me siento sapo de otro pozo dentro del ambiente “uh ahí viene este que se hace el intelectual”.
“Este que lee libros”
Los libros gordos, con muchas palabras. Igual soy más un lector de solapa, más de ocasión y más chamuyero, si querés. Ni a palos un intelectual. Lo que no es mejor ni peor. Bah, sí…es peor.
Hay diferentes tipos de lectores…
Así como me gusta la historieta y dentro de la historieta cierto tipo, me pasa lo mismo con la literatura. Hay literatura a la sombra de las modas literarias, aún de las que ostenta el cajetillaje letrado e incluso el pseudo marginal. A mí me interesa mucho esa literatura. Hoy justamente estuve hablando acá en la librería con un muchacho que es profesor de filosofía, sobre autores y nos colgamos hablando una hora de Heinrich Von Kleist, un tipo del que no se consigue prácticamente ni un puto libro. Me recomendó un texto de Agamben, un texto súper intrincado, de difícil lectura, con mucha cita erudita. Y a mí a veces me gusta meterme en esos quilombos porque de ahí siempre saco algo a fuerza de ignorancia. Empecé a leerlo y al toque se me ocurrió una historieta. Podés llegar a abordar una historieta desde la filosofía, no está prohibido, como desde cualquier otro lado.
Disfruto mucho de la lectura, del enfoque literario de la historieta junto al archivo gráfico, entrever esas correspondencias. Por eso soy bastante coleccionista. Más que “hacedor” soy un gordo coleccionista. Si vas a casa, vas a ver colecciones, registros gráficos de diferentes épocas y muchas cosas raritas. Porque disfruto mucho eso, de leer solapas y fragmentos, tomar de acá, tomar de allá, picotear pensando la obra a futuro donde yo solo uno piezas. Por eso admiro mucho a Parés o al Polaco. Uno admira lo que no es. Porque nunca podría hacer las cosas que ellos hacen, ni en calidad ni en forma. Me gusta seguir el proceso creativo, las técnicas. Para eso también uso Instagram, ¿para qué voy a postear lo mío? Que quede en el cajón, a seguir estudiando.
Cultura del cómic
Hay una cultura del cómic en la Argentina que es muy grosa.
Hay una cultura del cómic vinculada también a la literatura, ojo. Hay muchas correspondencias. Pensemos en la Fierro, por ejemplo, yo conocí a Topor en un pequeño artículo que salió en la Fierro. Me acuerdo que se titulaba el Plumín más cruel, hasta me acuerdo del título, que estaba acompañado de un par de dibujos. Me dije “uh este tipo, yo tengo que saber quién es ese tipo, conseguir algo”, Después encontré de pedo en una librería de viejo, como la que ahora tengo, Mundo inmundo, que es una reliquia, lo compré por dos mangos.
No sé si lo vas a volver a encontrar.
No creo. Era de la colección La Nariz, española. Vos llegabas a conocer a un ilustrador, a un director de cine, a un escritor a través de la Fierro. En este caso, un enorme ilustrador y escritor. No era una tradicional revista de historietas, era además una revista de divulgación variopinta. Muchas de aquellas publicaciones tenían ese carácter. Me parece que eso era muy loable y que un poco ese espíritu se perdió.
Es que la cosa se elitizó: o pagás mucho una publicación que está más o menos o que es muy puntual, o te vas para el otro lado que es el lado de los fanzines que mantienen cierta línea editorial, pero no tienen esa masividad.
Yo creo que un poco se abrió esa brecha entre lo que es el fanzine por un lado y la megarevista con una línea editorial para entendidos por otro. Hacemos esto, que sale un huevo, que sale cada tantos meses, pero que es re zarpado, donde escriben y dibujan fulanes que garpan. Hay siempre una correlación estética, determinadas estéticas que encajan dentro de ese tipo de publicaciones. Eso yo que sé, está bien, es un producto.
Claro, al morir el formato de la megarevista en papel, surgen otros formatos y con ello otros tipo de consumo, tal vez menos populares”.
Si, es otro tipo de consumo. Es ahí donde me siento un boomer coleccionista de época y pierdo cierto registro. Por ahí están saliendo publicaciones que están muy buenas, que seguramente están muy buenas. Pero repito, a veces uno queda fuera de registro. Por propia ignorancia, a veces por propia iniciativa. Me gusta pensar que existen muchos lectores que quedaron acéfalos.
Además se da este fenómeno, pensá en los diarios, no hablo de El Argentino, que sale en papel y que apunta al laburante que va en tren y ni tiene datos en su celular. Pienso en los grandes diarios que gradualmente se van pasando a lo digital y con diez tipos pretenden reflejar la “realidad” de un país. O en los portales. Fijate Infobae, con un grupete de gente que no sabe ni redactar una nota. Ni hablemos de los soretes que manejan los hilos. En ese sentido más que de la muerte del papel hablemos de la muerte del periodismo.
Pero bien… ¿Qué es lo popular? En términos estrictos tenemos que decir que Infobae es popular. La gente consume Infobae. Lo viral debe ser popular o no es. Un boludo se mete en una bañera llena de Rocklets y tiene un millón de vistas. Presentás una revista y van tres tipos. ¿Qué es lo popular? Yo vendo libros, sé que hay autores que son re nicho, que de repente me van a pedir porque hay determinado público que busca tal o cual autor. Eso lo ves, yo como librero lo veo. También hay modas literarias y hay modas estéticas. Hay ciertas líneas de dibujo que son también moda, que son funcionales a lo que la gente quiere ver ahora, paletas, incluso colores.
Eso lo noto con cierta línea de fanzines o del cómic, que ya no es tan parecido al cómic clásico y de dibujantes súper zarpados, que vos decís, “¿cómo hizo para dibujar esto?”; alrededor de cinco años atrás descubrí que las paletas de colores se van decidiendo por año y ya está. De repente lo que parecía que era una elección de los artistas no lo era.
Volvamos a lo que me dijo Alcatena: “fijate que todos dibujan igual” Ahí empecé a limpiar mi Instagram… Estos 30 dibujan igual, estos 100 usan la misma paleta… estos hacen monitos y estos doscientos hacen la naricita así y así …
Chorizeando con NFT
La otra vez hablábamos con mi hermano sobre la movida del cripto arte y de toda esta movida, de los NFT. Él me hablaba de un tipo que es el que más está cotizando ahora en el mundo: Beeple. Está bueno lo que hace y de alguna manera hace sátira social: vendió una obra no sé en cuántos millones de dólares. Daumier ya hacía eso, pero bueno, este es artista digital, diseñador, animador y piripipi. Ahora vendió una obra en 67 millones de dólares. Lo que pasa es que tiene un modelo de producción del carajo, hace una obra por día. No sé si el chabón tiene a veinte pibes laburando, que se yo, no sé, pero el tipo hace una obra por día. Su obra en calidad no está lejos de lo que acá hacen muchos ilustradores. Lo que pasa es que está enmarcado en un sistema en el que tipo ancló. Y hablábamos del por qué una obra, una imagen, cobra valor y sentido y de cómo existe un sentido del no sentido. Algo superador del meme, del gif, de todo. Una imagen que no tiene sentido. Y que ese no sentido cobra un valor. Que ya ni siquiera obedece a un sistema de signos, vanguardia o lo que fuere como sucedió en el dadaísmo, con un manifiesto. O sea es lo que es porque sí y vale lo que vale porque sí.
La imagen del mono llorando, el club de los monos tristes o no sé cómo se llaman. Y que eso vale millones. El original, digital, encriptado, vale millones. Ahora ¿por qué el NFT del mono llorando, bla, bla y el club de gorilas no se que mierda, vale millones?
Me parece también muy interesante la visión que tiene la gente que hace gráfica con respecto a los NFT. Hay gente que dice que le parece no está bien, porque la creación de arte está pensando puramente en la idea de producción.
Ahora, Manu de , creo que está en esa. Hay que preguntarle a él que es joven y está en la pomada. Ya hay un montón de gente, va haber un montón de pibes que van a estar haciendo NFT como chorizos en cantidad como para pegarla.
Si, yo lo pongo en contrapunto porque además, era lo que en algún momento se hacía con la ilustración. A los ilustradores venía alguien con mucha guita y le decía bueno, haceme 500 dibujos de soldados para la Billiken y se le pagaba.
Quizás sea una nueva forma de lo mismo, pero como mucho más extrema. Yo que ni laburo con la compu, veo todo esto como una peli de ciencia ficción. Será decisión mía si en el taller decido laburar con la máquina y empiezo a ver qué onda. Porque ojo, no dejo de ver el costado interesante en estos fenómenos, no es que digo esto es una garcha y ya está. A mí me interesa, quiero descular eso, por ahí no desde la práctica pero encontrarle el sentido. Como una pieza más de un collage decadente. Pero todo vira tan rápidamente como la economía digital. Que estamos en las postrimerías de ese proceso es innegable. Ahora ¿cómo va a chocar la economía digital con la economía formal?
¿Cómo se van a encontrar esos mundos?
Cómo se van a encontrar y habrá que ver cómo la economía clásica va a intentar regular a la otra, quizás infructuosamente. Eso es algo que sabremos en un futuro, no sé cómo será. Los artistas arcaicos como últimos orejones del tarro que somos ¿cómo nos ensamblamos dentro de este cambio de paradigma? A mí dame un vino.
Veremos cuando empiece a surgir la onda.
La otra vez Ernán me contaba que tiene un amigo que fue un fracasado toda la vida y que ahora la está re pegando porque está haciendo monitos. Y bueno, haremos monitos.
Es acá donde los principios de uno, y toda la filosofía y todos los pergaminos que tiene uno se los mete bien en el orto…
“Dejá de hacer todo eso, quiero que hagas monitos”
Hasta acá llegó mi épica y la búsqueda artística, se va todo al carajo.
Bueno, no sé si querés cerrar con algo.
Siempre tengo el complejo de que voy al pasto hablando y acabo de confirmar que esto es así. Lo siento mucho. Pero qué rico estaba el chori, ¿no?
Eha, ¿les gustó la entrevista, pichichus? Esperamos que les haya dado un pantallazo completo de la movida de Alegría, la visión personal del ilustrador y tantos otros recovecos. Agradecemos enormemente a Lele Ferreyra por su tiempo y la buena onda y por extensión a todo el equipo de Alegría y a quienes forman parte de su movida. Nos encontraremos la próxima, a donde sea que la marea empuje este barco improvisado que hemos nombrado Contemplando el Éter, siempre a la espera de data, mucha data… Pasenla piola.
Bonus Track: Las fotos que saqué en el evento de Cancelado: Si están movidas es porque soy muy bestia con el celular.
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Agradezco también a la gente de Archivo Histórico de Revistas Argentinas.
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