Alo alo alo, nadie lo vió venir pero pasó. Salió tándem y fuimos a una obra de teatro inmersivo independiente llamada “Un hombre peligroso”, basada en la vida de Severino Di Giovanni y el movimiento anarquista en la Buenos Aires de los años ‘30. Si no saben quién fue Severino la verdad que mucho no importa, porque todo está tan bien hecho que no necesitas contexto, simplemente entrás y lo disfrutás sabiendo que está apoyada en el trabajo “El idealista de la violencia”, del historiador Osvaldo Bayer.
ESTE PÁRRAFO ES PARA LOS ANSIOSOS. Es un 10, vayan, posta, no se van a arrepentir. Las únicas maneras que se me ocurre en que no puedas pasarla bien sería:
– Si tenés menos de 15 años y/o sos “apolítico”: se hablan de temas históricos como la libertad, la función de los sindicatos y el uso de la violencia institucional y particular. Capaz a los jóvenes les gusta, pero ni idea porque no soy joven.
– Si tenés movilidad reducida: Es una de esas obras que te hacen mover bastante, es inmersiva y coso. Éste ítem y el anterior están en el panfleto, así que no es sorpresa. Igual, cuando fuimos había un señor de bastante edad que andaba con bastón, no se podía mover muy rápido pero se le notaba que la estaba pasando bomba. *( Nota del editor: el viejo la pasó mejor que nadie)
– Si sos policía, pertenecés a La Liga Patriótica o quisieras ver a todos los anarquistas muertos y un mundo gobernado por déspotas te haría feliz.
Parte de la gracia de todo esto probablemente es no spoilear así que, resumido:
La inmersión, si están en el mood, es casi inmediata; a medida que avanza la obra pasas de ser un típico espectador a ser parte de la escena; hay gritos, gente corriendo y tiroteos a tu alrededor. Gracias a un excelente trabajo de vestuario de época, ambientación, escenografía, música y obviamente actuación, es imposible que no te compenetres con la historia porque realmente sentís el peligro, te agitás de tanto moverte, la obra te exige (tampoco es que te hacen correr eh) y eso hace buena parte de la experiencia de seguir los pasos de un bandido fugitivo idealista, acusado por la prensa de ser “el tipo más maligno que pisó la Argentina”.
Es notable la pasión y el estudio detrás del proyecto, ensayado incansablemente durante 2020 y 2021: para cada transgresión de la historia hay una justificación que se nos otorga para que juzguemos personalmente; para cada idea arrojada hay un fundamento narrativo, la corta e intensa vida de Severino está retratada como si fuese una película filmada en vivo.
“Para cada persona es una obra distinta; eso es lo maravilloso. Te rozaron, te golpearon, un cana te dijo algo al oído. Eso sucede en toda la obra”, nos dice Di Croce, autor y protagonista.
Agradezco a todos los involucrados, pues mi experiencia estuvo lejos de concurrir a un simple entretenimiento pasajero; sino que la sensación enriquecedora perdura hasta el día de hoy y me hace retomar las lecturas del viejo Osvaldo que siempre y en momentos como éstos en los que la palabra libertad está tan bastardeada, es necesaria revisitar.
Para cerrar y darle rienda suelta a mis pulsiones:
- Si lo consigue físico, obténgalo, sino, acá está el libro “Severino Di Giovanni: el idealista de la violencia” de Osvaldo Bayer (aplausos)
- El documental “Anarquistas (parte 1): Hijos del pueblo”
- La parte 2: Mártires y Vindicadores
- Donde conseguir entradas de la obra. Ojo que se acaban al toque.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Guión: Ariel Nuñez Di Croce.
Actúan: Bernardo Artica, Luca Baldana, Dolores Basualdo, Gustavo Bayley, Oliver Carl, Cristian DI Fulvio, Pablo Faletti, Gael Gonzalez Costa, Juan Ernesto Marín, Ariel Nuñez Di Croce, Joaquin Ochoa, Juan Manuel Oviedo, Tuco Richat, Horacio Romero, Nicolas Ruciello.
Vestuario: Juan Ernesto Marín, Sol Rosli.
Diseño de escenografía: Ariel Nuñez Di Croce, Mauro Puppo.
Realización de dispositivos lumínicos: Horacio Romero.
Post producción audiovisual: Jonathan Daniele, Martín Guzman.
Operación de luces: Rocío Busca.
Operación de sonido: Mica Mastromatteo.
Diseño De Iluminación: Paula Fraga.
Fotografía: Nacho Lunadei.
Asistencia de dirección: Juan Manuel Oviedo.
Producción: Jonathan Daniele.
Coordinación general: Ariel Nuñez Di Croce.
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