Reivindicación de derechos. Solidaridad a poblaciones en riesgo de vulnerabilidad en términos de derechos. Su prioridad es la defensa de Derechos Humanos y proyectos autogestivos para población LGBTIQ+ Además, poblaciones vulneradas, como personas que viven con HIV, población en situación de calle, consumidorxs de sustancias psicoactivas y mayores de 50 años.
Fundación Lxs Locxs es un proyecto comunitario que busca incluir a las personas diversas, +LGBTIAQ y en especial la población trans trabajadoras sexuales, en procesos de reivindicación de derechos humanos, de aprendizaje colectivo, comunitario y de creación artística y cultural, buscando fortalecer las capacidades de gestión y apropiación de estas comunidades, propiciando espacios y actividades libres de violencias y discriminación.
Buenas tardes, mi nombre es Andrea Correa, mujer transgénero y soy más conocida como ‘’Coqueta’’. Soy la fundadora y coordinadora de la Fundación Lxs Locxs que se encuentra ubicada en la ciudad de Bogotá, en la localidad cuarta en el barrio 20 de julio, un espacio de participación para personas diversas +LGBTIAQ, un espacio de reivindicación de derechos humanos donde trabajamos con personas en alta vulnerabilidad.
¿Hace cuánto nació la fundación Lxs Locxs?
La fundación Lxs Locxs nace como la casa de Lxs Locxs en el barrio 20 de Julio en el año 2016. Venía de realizar un trabajo por más de 5 años con la Red Comunitaria Trans y luego de allí tomamos rumbos diferentes. Yo me vine a la localidad 4ta donde inicié un trabajo como fundación Lxs Locxs. Ya son cinco años en este momento, seis con el que viene en camino, donde trabajamos en el espacio para personas diversas, donde nos interesa mucho el tema comunitario, el trabajo de campo. Hablamos desde la realidad de las personas y con ellas mismas hacemos un trabajo de la mano, con todas nuestras pares.
Andrea, desde el plano legal, ¿cómo ven ustedes el alcance que han tenido respecto a la población trans trabajadoras sexuales?
Todavía estamos en el limbo, ese es un cuento de nunca acabar. La discriminacion, la segregacion y todas esas cosas han hecho que no podamos llegar a un buen término; existe en este momento una sentencia que es la T594 del 2016 que ordena a las instituciones como el Ministerio del Trabajo, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia y otros que regularicen el trabajo sexual en Colombia, pero eso no se hace. Hemos llegado al decreto 1227 pero esto es como un hueco en el que nos metieron ahí, dijeron ‘‘¿Pues quieren estar aquí?, entonces las metemos ahí’’, pero no es y no ha sido la solución a todo lo que nosotras esperamos. Digamos que seguimos en la lucha por la ley de identidad de género, que no es que vaya a solucionar definitivamente nuestros problemas, pero sí garantiza mucho más que se respeten los derechos humanos de las mujeres trans en Colombia.
¿Qué afectaciones a los derechos fundamentales persisten referidos a esta población, a las mujeres trans y las personas que están en situación de vulnerabilidad?
Pues todas no, pero hablando desde el trabajo sexual y de las mujeres trans digamos que la violencia policial es cada día mas fuerte. Aparte la discriminacion en los espacios ha sido algo muy acompañado de la mano del machismo y también de la violencia institucional que se sufre. La violencia verbal, cultural, todas estas cosas no han cambiado. Pueden decir que existe una ley, que existen tantas cosas, pero la realidad que vivimos es otra.
Andrea, en este espacio, local y barrial en el que ustedes están instalades como fundación, ¿cómo manejan el tema con las chicas trans que viven con el VIH ?
Bueno, lo primero que nosotras hemos hecho con muchas de nuestras compañeras que viven con VIH positivo ha sido definitivamente hacer una ruta que he creado por mí misma porque sé adónde apuntar y como ir directamente para crear esa ruta de atención más que inmediata para que entreguen tratamientos retrovirales y mis compañeras sean afiliadas al sistema de seguridad social. Este es un trabajo que he hecho ya por muchos años y del cual me enorgullezco, porque es gracias a la labor que se desempeña no sólo ante los entes de las otras fundaciones con las que trabajamos sino también desde la misma fundación Lxs Locxs que hemos acompañado muchos procesos para la vinculación y seguimiento y recibimiento del tratamiento antirretroviral para muchas personas, aquí no hablamos solo de mujeres trans sino de poblaciones.
Hablas del sistema y la afiliación al sistema de salud, que en Colombia es privado y el público es absolutamente inequitativo y desigual. ¿Tienen ustedes acompañamiento del gobierno de la ciudad de Bogotá?
Digamos que a través de la novena ronda y el proyecto del Fondo Mundial que llega a Colombia, desde hace muchos años se dio un dinero a ciertas instituciones. El Ministerio de Salud lo recibía pero lo ejecutaban otras organizaciones civiles y también institucionales. Con el proyecto muchas personas se beneficiaron, pero definitivamente, aquí seguimos en el juego de ‘’no hay, no llega, no hace falta’’, entonces (el proyecto) no ha resultado ser la garantía a todo lo que esperábamos. Ha sido un proyecto que ha traído mucho dinero a Colombia pero, como en todos lados, la corrupción hizo que se diagnosticaran a muchas más personas de las que finalmente recibieron la afiliación, tanto para salud como para iniciar una terapia retroviral. Es por eso que una no se da cuenta y dice ¿cómo es posible que en el 2022 sigan existiendo casos todavía? Desde el 2008, el 2010 no han podido resolver el problema desde la misma institución, ya sea por falta de documentos, ya sea por falta de muchas cosas -porque definitivamente algunas personas abandonan los tratamientos- entonces para volver es algo muy difícil y burocrático, y sabemos que en Colombia la salud es para el que tiene plata, definitivamente. Imagine aquí la situación de una mujer trans, que sea trans y trabajadora sexual, que viva con VIH y que aparte de eso tenga una habitabilidad en calle .
Es una revictimización.
Total, y el olvido es lo que hace que una mujer a raíz de eso se deje morir.
En la página de ustedes me llamó mucho la atención algo que tiene que ver con la capacitación y los nuevos aprendizajes, focalizado en poblaciones vulnerables, especialmente personas mayores de 50 años.
Bueno, todo eso nace porque nos damos cuenta definitivamente que a nosotras, personas de 50 años nos quieren invisibilizar, nos quieren llevar a una vida sedentaria donde nos inutilizan, donde nos vuelven personas no aptas para ciertas labores, sabiendo que tenemos todas las capacidades de hacerlo y ahí es donde las instituciones empiezan a crear programas que son un mentira para tapar toda la corrupción que existe pero que no son reales. Y aquí queremos que esas personas se capaciten con lo que tiene que ver con costura, personas que tienen emprendimientos que nosotros les llamamos callejeros, porque todo viene desde la calle, todo lo se moviliza es a través de eso, entonces lo que hacemos con esas personas es que medimos sus capacidades y qué podemos hacer para ayudarlos y para vincularlos dentro de las nuevas cosas que hay en la reactivación económica post covid; eso nos ha permitido hacer muchas más cosas con las personas mayores de 50 años. Hay un proyecto que se llama Ni pollas, ni viejas, que lo que quiere es trabajar desde lo intergeneracional pero priorizando a las personas mayores de 50 años, reivindicando todos sus derechos en el sentido de la palabra; reivindicando el derecho número uno: el derecho a la vida, que encierra a todos los derechos .
¿Cómo te ves en redes con otras organizaciones, otras fundaciones, agrupaciones en otras zonas de la ciudad, en otra zona del país?
¿Cómo se tejen redes? a través del reconocimiento que una ya tiene como lideresa, trabajando con otras organizaciones y también desde los trabajos que se hacen desde la organización hace ya muchos años, es de ese modo que todos esos nudos que hemos creado a través del tiempo se han convertido en nuestra red de trabajo, ya sea en redes de apoyo, en redes solidarias, redes institucionales; efectivamente el trabajo se tiene que hacer en red para poder ver que el alcance que queremos ver de verdad llega a un buen fin.
Andrea Correa Coqueta, de Fundación Lxs Locxs, que muy amablemente para MUTA en Argentina, nos atiende desde acá, el barrio 20 de julio en Bogotá, Muchas gracias.