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Gloria Cuartas Montoya fue ganadora del premio mundial del Edicto de Nantes en 2008 y elegida por la UNESCO como una de las sesenta mujeres más importantes del mundo que han trabajado por la paz en 2007. Además fue alcaldesa del municipio colombiano de Apartadó, donde expuso ante el mundo los crímenes de los paramilitares y las FARC, arriesgando su propia vida y la de sus funcionarios.

 

Gloria, muchas gracias por su atención y por la buena onda que nos está prestando en este momento. Quisiera preguntarle su opinión respecto a la crisis humanitaria y la represión en estos últimos cuatro años de gobierno de Iván Duque.

Creo que es muy importante poder dimensionar lo que significó el 2016 en Colombia con el acuerdo de paz. Fue toda una alternativa de vida, de esperar que cesara la muerte, de tener una posibilidad de repensar el país que tenemos. Y creo que antes del 2 de octubre nos gustaría precisar que no lo logramos, que mientras se generó el acuerdo de paz en la Habana faltó propiciar un ambiente, un clima político en Colombia que transforme el país.

Los seis puntos del acuerdo transformarían estructuralmente a Colombia, pero no es solamente el acuerdo, son las decisiones del alcalde, los gobernadores, el presupuesto, el movimiento social, el acompañamiento internacional. Nos encontramos que la crisis es de terrorismo de Estado. Yo no tengo una palabra distinta para nombrar las prácticas del terror de Estado, de la fuerza pública como te dicen los informes.

En el Catatumbo dicen que es el narcotráfico… en Cauca es el narcotráfico… en otro lado que son las disidencias… El Estado tiene los mapas, las cartografías, tiene las bases de todos los radares que tenemos.

 

Y la inteligencia…

Y la inteligencia. Y están muy monitoreados permanentemente. Entonces si ellos saben dónde están los otros que asesinan, ¿cuál es el rol del Estado? ¿Cuál es el rol del presupuesto público en seguridad para superar esta crisis humanitaria? Estamos en crisis humanitaria.

 

Con el asesinato de firmantes de la paz -que ya van alrededor de 22 personas asesinadas este año-  y las 19 masacres que el gobierno pone en la agenda mediática que, con colaboración de los medios son llamadas “asesinatos colectivos”. ¿Cómo crees que se puede salir de esa espiral de violencia en las regiones?

Yo creo que han sucedido varias cosas. Uno, las órdenes de la justicia especial para la paz, que ha tomado como a cargo propio órdenes a todo el sistema para que se garantice la vida de los ex combatientes, pero estas órdenes que fueron refrendadas por la corte constitucional que advierte que hay personas que fueron combatientes y que no están en el estatus como combatientes. Están incumpliendo totalmente el acuerdo de paz, son acuerdos básicos que fueron cambiados por lo que llama Duque “la zona futuro” o “paz con legalidad”, que no es la paz de los acuerdos. La paz con legalidad que está expresada en el plan de desarrollo de Iván Duque no es la paz de los acuerdos firmados en La Habana.

 

La estrategia Zonas Futuro busca facilitar la intervención directa del 32 por ciento de las hectáreas de coca del país. Foto de Duque.

 

Dos, el enfoque de paz territorial viene de la herencia de Sergio Jaramillo que fue el negociador, el arquitecto del proceso que venía desde el 2002 con el gobierno de Álvaro Uribe, que monitoreó y organizó lo que hemos conocido como programas de consolidación territorial, cuando que eran necesarios esos centros nodales enemigos, donde tenían presencia las FARC y era necesario que la fuerza pública llegara, limpiara las regiones, estableciera el orden democrático.

Tercero, llevar el capital. Esa es la esencia de lo que el gobierno llama “paz con enfoque territorial”. Por eso creo fundamentalmente que la tensión que estamos evidenciando con las élites económicas y políticas del país que no aceptan el cambio. No aceptan el acuerdo de paz y lo impiden con el asesinato selectivo, sistemático. Pareciera un plan pistola.

No creo en la justicia transicional para la paz. Están haciendo un plan venganza, un plan de asesinar a los reincorporados como una manera de hacer justicia propia y no una transición donde la comisión de la verdad, la comisión de búsqueda de personas reportadas desaparecidas y la comisión para la paz operen de forma conjunta y autónoma. Yo creo personalmente que vamos a tener muchas discusiones en la comisión de la verdad. Seguramente como ha ocurrido en Argentina, en Chile, en tantas partes del mundo. Necesitamos tiempo.

 

Y mucho…

Para comprender las verdades, los cuerpos violados de las mujeres, los cuerpos violados de las madres, el asesinato de los jóvenes de las guerrillas, de los militares, del ejército, de las policías al servicio de élites que llevaron a este país a lo que llaman guerra.

Yo, como ex alcaldesa de Apartadó puedo evidenciar; recogí datos de mil doscientas personas asesinadas, vi que le quitaron la cabeza a un niño para que me fuera del pueblo, me intimidaron, me maltrataron…(por eso) en el Urabá advertimos un encuentro regional humanitario para poder dialogar con las insurgencias, para que el gobierno nacional estableciera mesas regionales para conversar y entender que los conflictos son desiguales.

Que haya jóvenes en la calle, que haya un movimiento en la calle, que haya una posibilidad de dar un giro político en Colombia a un proceso alternativo, no significa que hayamos superado la destrucción del proyecto político de la Unión Patriótica. A la Unión Patriótica le dan la personería jurídica pero no le devuelven el proyecto, no le devuelven la conciencia de una economía alternativa, de la protección de los ríos, de unas relaciones con América Latina distintas. Creo que el concepto de seguridad y la vida de la gente cambiará cuando tengamos la capacidad, primero con los consumidores de los productos colombianos, llámese el café, las flores o los productos agrícolas. No advertimos que un país ha asumido la transformación para la paz y que el mundo del comercio sigue consumiendo los productos del país y la fuerza pública hace parte del plan de exterminio, el Estado colombiano hace parte del plan de exterminio y no tenemos una educación ética de los consumidores. Sí sé que este café es de Colombia y Colombia no modifica su plan de vida, su proyecto, si el gobierno no rinde cuentas, creo que… yo tengo mucha fe en los consumidores, pero nos falta educación política. Porque algo que ha hecho el neoliberalismo es volvernos seres miedosos, individuales.

 

Es lo que se ve hoy.

Claro. Y ahora lo podemos prensar más, entonces yo creo que sin Estados Unidos, que hace parte como facilitador, no hubiese sido posible el acuerdo de paz en Colombia. Pero eso también va a estar mediando en el acuerdo de paz y los llamados a cumplir con un punto que no se ha cumplido. Y ahí es donde yo creo que está una de las razones de que no se pueda parar este círculo de violencia y es que el desmonte de los grupos paramilitares que se pactó en el acuerdo de paz no se ha cumplido. Que la diversidad territorial, las expresiones de hombres y mujeres organizados de este país, que hay múltiples agendas, múltiples culturas, múltiples deseos de vida. Tenemos tejidos de resistencia en todo el país, pero te van asesinando  a las personas que van asumiendo algún liderazgo y eso debilita la esperanza de la gente. Entonces creo que tenemos que tener mayor conciencia política.

Estados Unidos acaba de aprobar 472 millones de dólares, que se van a invertir en los próximos diez años. Es otro plan Colombia, pero es el plan de Estados Unidos pensando en lo que está pasando en Ucrania y Colombia como un gran satélite, como lo que implica Israel para Oriente es Colombia para América Latina, donde el rol de Estados Unidos es un rol de control, que en este contexto de tensiones, de redefiniciones económicas, de bloques económicos a mi me asusta Colombia con los acuerdos que tiene de asistencia militar.

Ya las guerras no son sólo como las estamos viendo en Ucrania, las guerras tienen formas distintas de representarse. Y en nuestro caso la crisis que se ha fortalecido en Arauca nos está llevando a ver la relación Biden-Maduro, porque detrás del petróleo que es lo que les interesa puede venir la ocupación militar. Si no es la ocupación como la conocemos es el monitoreo al presidente de Chile, a los procesos de Perú, a las dinámicas de Argentina.

América Latina, independientemente de las dificultades que tengamos en cada país, creo que ha visto mucho de la corrupción que quiere tener un continente roto, un continente fragmentado, por eso el UNASUR, la banca para América Latina, las misiones de protección como está ocurriendo con los Esteros del Iberá en Argentina.

Tengo la posibilidad de rodearme con los académicos y con las profesoras de la Universidad de la Plata y dialogar sobre las transformaciones que están teniendo todos los ecosistemas en el continente, y se necesitan no sólo decisiones locales de seguridad o de proteger al ambiente, se necesitan políticas latinoamericanas para fortalecer nuestros ejércitos, para fortalecer una visión geoestratégica de los recursos y cuidarnos y respetarnos como región, encontrarnos como región.

Yo creo que tenemos que evitar por todos los lados el dolor de las guerras. Ver las imágenes de Ucrania o ver lo que está pasando en el discurso de Rusia, el rol de la OTAN en Ucrania, el rol de la OTAN en Colombia siendo un protagonista, con el rol de agredir a nuestros países hermanos a partir de la injerencia de los Estados Unidos. Creo que eso debilita racionalmente que podamos tener paz en Colombia, porque asesinaron, rompieron el movimiento social, acabaron con la vida de la gente… Antes le llamaban FARC o NML…

 

Siempre va a tener un nombre…

Siempre, siempre. Y por eso lo que digo es la movilización de los jóvenes. La gente de bien de Cali organizaba tiro al blanco con los jóvenes.

 

Jóvenes colombianos migrando. Fuente: Google

 

Encuentro una conexión entre la población que sigue estando en el país y el éxodo colombiano que antes no se daba. Porque el salir del país generaba un cortocircuito con lo que se vive acá y con quienes están acá y hoy no sucede eso.

Yo soy una mujer que tiene 60 años y hace 40 me camino las calles, acompaño comunidades rurales, lucho por la paz de este país y mira, en América Latina, en Argentina, las organizaciones de las mujeres, de los jóvenes, pañuelos en rebeldía, muchas organizaciones acompañaron el clamor de salir, de no utilizar la mentira para ir a ocupar países, no cortarle la mano a un ex combatiente, porque hasta las guerras tienen sus normas aunque no nos guste.

Creo que no hemos tenido tanta conciencia de lo que significó Colombianos y Colombianas por la paz. Yo hice una gira por Europa y América Latina, otra gente fue encontrando posibilidades de conversar y después los informes que se han venido dando desde el interior a la Comisión de la Verdad. Les tenemos que dar mucho seguimiento a eso, porque han sido testimonios. Quienes se fueron en el marco del conflicto tenían todo el derecho de salir y creo que es muy bonito lo que dices porque quienes se quedaron acá han aguantado mucho el hambre…

Entonces, si tenías la posibilidad de trabajar en otro país, te ibas. Pero creo que después llegó otro frente muy interesante que nos animó y me parece muy bonita tu reflexión porque para quienes defendemos la paz el exterior ha sido otro espacio en donde nos vemos, hablamos; inclusive con la pandemia, porque nos permitió la virtualidad.

 

Unió a todo el mundo.

Yo tenía mucha dificultad al principio para conectarme, tenía mucho miedo, mucho miedo al conectarme, pero cuando supimos hacerlo encontramos la maravilla que tenemos. Tenemos que utilizar los mensajes de programas radiales, de programas de televisión alternativa. O sea, los medios alternativos de la red nos tienen que ayudar en el mundo entero, no solamente para el sur del continente. En el mundo entero para que en universidades, amas de casa, estudiantes, los mayores, la gente mayor que estamos en este diálogo intergeneracional, la diversidad sexual, la diversidad de intereses políticos, la diversidad de ideas religiosas… Creo que tenemos que aprovechar lo virtual como un detonador político para la educación política enfrentada al modelo neoliberal. Porque si bien es cierto que estos aparatos nos detectan fácilmente también depende de la gama. Tenemos que hacer una gran alfabetización digital para que esto no nos asuste, para que podamos conversar con pares. Lo presencial es muy maravilloso, la calle no puede ser reemplazada por la vía virtual,pero sí podemos hacer alianzas estratégicas y combinar las formas de lucha. Así como combinamos en la calle, con las marchas, con las pancartas, con la voz, con la potencia del cuerpo, con la desnudez, con la palabra que grita, tenemos que utilizar las redes.

Para mantener el status quo se necesita el miedo. Sin el miedo no es posible. Entonces yo creo que primero ser joven ayuda a romper las barreras del miedo, es como una condición de ser joven, y los viejos que venimos con esa juventud prolongada (risas), sabemos que tenemos que enfrentar un capitalismo que nos impone el miedo a salir a la calle, el miedo a hablar con la gente, el miedo a ser solidarios, el miedo a opinar, el miedo a decidir sobre nuestro cuerpo, el miedo por un castigo superior. En este momento tenemos oportunidades muy interesantes para enfrentar estas prácticas.

Yo acompaño muchísimo el dialogo de jóvenes con universidades, con las redes, entonces en ese ejercicio, tenemos que hacer una profunda educación política para que superemos este terrorismo que están imponiendo cuando te dicen es que la libertad… ¿La libertad de qué?

 

¿De quiénes?

“La seguridad asegura el territorio”, dicen ¿De quién? ¿La seguridad para quién? ¿Es libertad que yo hoy tenga una pensión de 1.500.000 pesos colombianos y tenga que pagar una salud que me sale 500.000 aparte porque nos enseñaron que la salud era mercancía y no un derecho? Y a mi me toca porque tengo miedo que me peguen un tiro, yo no tengo quién me cuide, no tengo escoltas porque no creo en la seguridad del sistema. Entonces, ese famoso cuento de la libertad, y ese famoso cuento de la democracia le hace ruido a familias y a élites de este país pero tenemos que recuperar el sentido de la democracia, el sentido de la libertad, para que podamos coexistir, podamos vivir. No es que van a entrar estos para que salgan estos. Si tu tienes 2 mil hectáreas de tierra y sacaste a los campesinos y tu proceso está en restitución de tierras y tú has pagado para que el proceso no se mueva, necesitamos operadores de justicia para devolverle la tierra a la gente que se las han quitado y que tú pagues impuestos.

Necesitamos crear unas condiciones éticas para que ese concepto de la libertad y ese concepto de democracia nos permita coexistir, habitar, respetar los territorios, entender la diversidad territorial y que si usted es un hombre muy rico y tiene cincuenta empleados, que bueno, siga siendo un rico pero pague lo justo.

 

No es el problema, el problema es que no pagan las empresas, que generan empleo.

En el sistema socialista o en el sistema capitalista tú necesitas el dinero, el dinero no es el problema. Es el cómo el producto que sale de este proceso es redistribuido, como tú pagas los impuestos para que yo, que no tengo acceso a otras posibilidades, la política pública lo redistribuya. No es que no haya ricos, tiene que haber ricos, y seguramente existirán pobres, pero no podemos ser empobrecidos a la fuerza por un modelo que tiene privilegios de clase, y nosotros hemos vivido bajo los privilegios de clase.

Ahora indican desde la campaña de la derecha el discurso odiante y de separación de clases y todo esto es del Pacto Histórico (*una coalición política colombiana de centro izquierda). Es decir, siempre queriendo dar la vuelta al asunto para hacer notar que es una social democracia finalmente, que como cómplices del status quo, hacen que esto siga igual, pero el miedo cala y es más difícil desde la orilla contraria quitarle ese miedo a la sociedad.

 

Foto de pacto histórico. Fuente: Google

 

Claro, porque ese miedo ha sido rentable, es un miedo rentable para los grupos.

Las comunidades que yo acompaño producen su cacao, su maíz, su proyecto educativo. Coexisten, tienen su tierra ¿pero qué pasa? que se están entregando esas mismas tierras donde la gente está viviendo. En 1993 fueron entregadas a multinacionales para la explotación de carbón a cielo abierto. La guerra era una herramienta para sacar a la gente de sus territorios y que pudiera empezar la explotación de carbón a cielo abierto. Nos hemos opuesto durante 25 años a las prácticas económicas que destruyen los ecosistemas, no a la inversión económica. No nos oponemos a la inversión económica, pero si nos oponemos a que violen, desaparezcan, desplacen, pongan minas en nombre de la guerra y de acabar el terrorismo.

Entre 1995 y 1997 con Uribe gobernador y yo alcaldesa y lo que se hizo fue consolidar las prácticas de terrorismo de estado a partir del miltarismo con lo que fue un decreto presidencial que se aplicó en la región del Uraba, que es lo que une a Colombia con centroamérica, que la gente lo puede ver en un mapa como la gran cintura. Esta cintura tiene muchos municipios, tres departamentos, océano Pacífico y Atlántico. A los colombianos y a las colombianas nos educaron de espaldas al mar, por eso todo lo vemos para adentro, pero resulta que la suerte de Colombia se dirime en el mar, porque las guerras nos las han instalado acá pero tenemos que entender que el Pacífico es la nueva fuente económica del siglo XXI, y todo este corredor económico, por eso llaman libertad y democracia a los puertos en el Ubara, pero los campesinos no tenían derecho a democracia y a libertad de producir, de comer, de pensar distinto y de transitar. Libertad y democracia para los que van a instalar la fábrica del agua de Mutatá, pero los habitantes que viven alrededor de los ríos y los campesinos tienen que restringir su pensamiento, su palabra y su movilidad, porque hay grandes megaproyectos en la región.

 

Leí sobre su proceso político en la alcaldía de Apartadó y usted hace 14 años en el diario de Cali afirmaba que Apartadó cambió su vida. En la historia suya se entiende la violencia que usted observó, como el chico que mataron a sus pies. ¿Hoy en día usted sigue acompañado a esa comunidad de Apartadó? Respecto al momento que usted fue alcaldesa a hoy ¿qué cambios se han visto que son positivos para las comunidades de ahí?

Voy a responderle con esta gráfica. Aquí está Apartadó, son 250 mil habitantes y está unido a esa gran cintura que le expliqué, y aquí está Apartado Urbana y aquí está lo que hemos conocido como la comunidad de Paz, pero esta comunidad tiene presencia, tiene presencia en toda la zona rural. Y aquí en este centro con las madres línea fundadora de Argentina de plaza de mayo, ellas vindicaron y nos ayudaron a recoger los muertos que estaban enterrados en estas zonas. Los trajimos, se colocaron acá en este punto, en el centro del área rural, pero todo esto que tu ves es campo y aquí hay veredas, 32 veredas. Pero la comunidad de paz tiene presencia en varias veredas, unos 1300, 1400 hectáreas, tiene la comunidad en su producción de pensamiento , de integración y tiene también aliados alrededor. No toda la gente pertenece a la comunidad de paz

¿Por qué te digo que cambió mi vida? Primero porque soy una mujer netamente política, desde mi intimidad hasta mi vida pública, la veo como una unidad indivisible, porque aprendí el valor de preparar unos frijoles, el arroz, la yuca para la resistencia. O sea sin entender el valor de la economía del cuidado, de cuidar a los enfermos, de ser cariñosos, de prepararles comida para la gente que se viajó 8hs hasta este lugar, para la gente que vuelve, viene, van, vuelven, van y caminan con sus niñas, con sus niños, en este recorrido, que es el recorrido de la ética en medio de las armas, porque los paramilitares están aquí. Saquean la institución. Están aquí…

 

Apartadó. municipio de Colombia. cuenta con más de 180.000 habitantes, donde confluye una diversa mezcla cultural que reúne afrodescendientes, blancos, mulatos e indígenas, en una planicie que hace parte del Caribe colombiano.

 

Que hagan el favor y no dañen esta pedagogía. Aquí están todos, esta comunidad está rodeada permanentemente. Vamos a cumplir el 23 de marzo 25 años. Sólo le pongo este ejemplo porque este tema es muy largo. El 21 de marzo del 2005, el Ejército, la policía y los paramilitares en unidad indivisible… (porque no es una tercera fuerza, es una unidad indivisible).

 

¿Esto es lo que podríamos decir que fue la pacificación territorial?

Claro, en ese entonces aquí sacaron a toda la gente de las veredas, 20 mil hectáreas quedaron solas en el área rural. Estos campesinos se quedaron, son la comunidad de paz. Luego retornaron los otros que estaban en la zona. Lo que quiero explicar es que el 21 de febrero del 2005 a los líderes más formados, a los jóvenes que ya tenían toda la visión geoestratégica, geopolítica y conciencia ética, que iban con niñas y niños los decapitaron para no hacer tiros al aire. Los mataron y los pusieron en el río, lavaron el machete y dejaron los cadáveres en un lugar para que los gallinazos (*un ave carroñera local) se los vayan comiendo. Esto se conoce como la masacre del 21 de febrero.

El asesinato de Luis Eduardo Guerra y la muerte de compañeros que han estado al lado de la comunidad de paz nos llevó a entender que lo que Uribe quería en ese momento era que se abandonara el proyecto de construcción alternativa de la comunidad, lo que se logró porque se tomó la decisión de salir y empezar de cero.

Le dejaron su pueblo al ejército y a la policía y les dijeron “aquí les dejamos su pueblo y a partir de esto rompemos con ustedes, rompemos con el gobierno nacional”, porque al gobierno nacional, que es el que tiene a su cargo policía y ejército, no le bastaron 3 mil asesinatos contra la comunidad ni 2 mil hechos victimizantes. ¿Qué son hechos victimizantes? Quitarles la comida, robarles la cosecha, robarle cuando han sembrado todo el camino y ya está germinado. Entonces la gente les dijo: “ustedes quédense con los ladrillos, con los ladrillos de la escuela, con los ladrillos del centro de salud, con la cancha deportiva, que nosotros volvemos a arrancar de cero”.

En la comunidad tenemos nuestra personería jurídica y la han querido romper por todas las vías, por ejemplo ofreciéndoles Familias en Acción, que son programas de política pública del Gobierno, que les pagan por los muertos y la gente no recibe nada. Es más, hay personas de la comunidad que han salido porque dicen “miren yo quiero recibir la indemnización por la muerte de mi hijo”, pero la comunidad le dice: usted es libre váyase, pero éticamente nosotros no recibimos dinero del Estado por la muerte de nuestros hijos, porque el Estado colombiano, como en otras guerras usa las indemnizaciones como una manera de saldar cuentas. O sea, se violan todos los derechos, no se respetan los artículos del acuerdo de Ginebra, no se respeta nada. Se bombardean escuelas, se violan mujeres, ancianas y después si tu pides haces todo con la Ley 1448, que fue una ley que en mi concepto despolitizó al movimiento social, porque a la vez que te reconoce como víctima al mismo tiempo te paga, te da dinero : “No tiene usted que recibir su tierra allá en el Urabá, le puedo dar otra tierra acá”. Pero la tierra que no es tierra es territorio.

 

Con respecto a las elecciones en Colombia, Pacto Histórico se presenta como el cambio de paradigma en los derechos sociales y en los derechos humanos, y usted en ese pacto me imagino que confluye. ¿Qué propuestas observa en términos de comunidades campesinas, afrocolombianas y de las mujeres?

Mira, yo creo que es la oportunidad ética y política que tenemos en Colombia. Hemos visto destruir proyectos como la Unión Patriótica, que nacieron de los acuerdos de paz entre el gobierno de Pastrana, de Betancour y las FARC. Hemos tenido muchas veces sueños con las negociaciones del M19, con las negociaciones del LPM…

Pacto Histórico va hacia un frente amplio, con la posibilidad de sumar agendas campesinas, indígenas, afro, de la comunidad LGTBI, de la juventud, de las personas con capacidades diversas, de los empresarios, de los políticos, de los estudiantes… Es un momento para dar un giro ¿y eso cómo se hace? Primero enfrentando que el derecho a la salud, a la educación, el derecho a envejecer con una pensión, que entendamos que tenemos que transitar hacia un cambio del uso de combustibles… que los empresarios, las universidades inviertan en nuevas tecnologías, para que respetemos el agua, respetemos el ambiente, para que exploremos, investiguemos.

Necesitamos hacer un acuerdo básico político entre estos políticos antiguos, estas nuevas generaciones y reordenar el acuerdo básico. Pacto Histórico es resultado de las desigualdades, de la iniquidad y de las prácticas que hemos vivido en este país. Tenemos el Pacto a la altura de lo que hemos sido en este país. Aquí hay de todo.

Después de que gane Petro (*candidato a la presidencia de Pacto Histórico) al otro día esto no cambiará, como no puede cambiar Chile de un día para el otro porque Boric llegó, porque es un gabinete joven y los conservadores del partido, las élites que han usufructuado el poder tanto en Chile como en Colombia se van a resistir al cambio por todas las vías. Van a intensificar la vía armada y van a intensificar el odio. Entonces ¿qué es lo que tenemos que hacer? Y yo le hablo a la juventud tanto de América Latina como a la colombiana, a los sindicatos, a lo que queda del movimiento de las mujeres, a lo que queda de las marchas de jóvenes: acción política y acciones articuladas, que no sea solo el Congreso que decida. Si el Congreso hace mayoría para evitar una reforma, salir a la calle, no vender el pensamiento ni los proyectos por un puesto. Llegar a viejo para poder hablar así de frente con dignidad cuesta desempleo, cuesta crisis. Este Pacto reúne lo que nos queda de esperanza, reúne la fortaleza de la juventud y la añoranza de nosotros los mayores que también fuimos jóvenes activistas, que no nos queremos morir sin ver un gobierno alternativo, porque el partido liberal, el partido conservador aquí quiere que la izquierda llegue como gobierno pero que el poder lo tenga la derecha.

 

Que el poder lo sigan teniendo pocos.

Que lo tengan tres o cuatro familias ¿A quién va a nombrar Petro en el ministerio de Hacienda? Va a depender de los gabinetes de las élites económicas y políticas. La Iglesia va a reaccionar en Colombia, puede que aprueben el cambio pero que digan “¿A quién vas a nombrar en tal cargo? Esto puede elegirse pero no me toque los intereses”.

Yo me vinculé al Pacto, creo en el Pacto y tengo miedo de que vayan a matar a Petro, que nos vuelva a pasar lo mismo de Jorge Eliécer Gaitán. Y bueno Galán también asesinado. Todos asesinados.

La Unión Patriótica (UP).

La UP. Tantos candidatos presidenciales que aglutinaron la esperanza de la UP, Fernando Jaramillo… toda la gente que puso la palabra y la dignidad para que repensemos un país justo. Yo creo que el Pacto no es un pacto revanchista.

El Pacto es un pacto para incluir, viene a remover las bases de una sociedad. No sólo la economía, la cultura. Somos una sociedad con una cultura mafiosa. Criados con los medios de la competencia mafiosa, por eso nos conocen en el exterior.

Y después nos enojamos. Escobar… pues, de las generaciones que crecimos al lado de la cultura de Escobar muy poquitos nos salvamos.

 

Para terminar, quiero escuchar su opinión sobre la despenalización del aborto que se hizo hace pocos días en la Corte. Esa lucha de las mujeres y de las personas con cuerpos gestantes, para que de verdad ellas puedan decidir sobre sus cuerpos, que al final son sus territorios.

Yo creo que la decisión de la Corte Constitucional es el resultado de una lucha intermitente, infatigable. Primero por todas las mujeres que han muerto, que yo creo que ninguna mujer busca el aborto por placer, entonces, creo que hombres y mujeres educados -porque el Pacto también ha planteado esto, hombres y mujeres educados para que tengamos los hijos deseados- Por eso Petro dijo “aborto cero” y fue malinterpretado. No para que no se cumplan las decisiones de la Corte Constitucional.

Yo creo que si se llega a las 24 semanas es por la manera en que se dilata el tiempo.

 

Por la junta médica, objeción de conciencia… etc.

Claro, todas las barreras lo impiden y por eso cuando se pone esto aquí es porque usted va a tomar una decisión informada. Yo no creo que se llegue a estas 24 semanas, pueden ser casos demasiado esporádicos, pero lo fundamental es que la Corte Constitucional no puede echarse para atrás en ese proceso.

Tenemos que hacer un gran trabajo político porque en Colombia va a persistir la decisión de las élites políticas y también en el interior del Pacto van a intentar retroceder y reversar la decisión de la Corte, pero tenemos que trabajar para una educación de respeto en los cuerpos de hombres y mujeres, respeto a la diversidad sexual y evitar abortos, evitar porque si tenés educación, tenés amor y tenés una compresión mutua y no tenés que vender tu cuerpo para sobrevivir seguramente las condiciones se van a transformar.

Yo creo en la educación y creo que esta lucha es una lucha por el derecho a vivir en dignidad y que la Iglesia y los hombres no tienen por qué meterse en el cuerpo de las mujeres.

 

Gloria Cuartas Montoya, ex alcaldesa de Apartadó, ciudad del departamento de Antioquia en Colombia y defensora de derechos humanos con Hijes de la Misma Rabia. Le agradecemos muchísimo, muchísimo.

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Lo Político

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