Estamos en el Hotel Godolin con cuatro compañeras que tienen su vida, lucha, su historia acá. Soy Sergio Pegurache Contreras para Muta Magazine y vamos a empezar un diálogo con ellas.
Chicas, Antonela, Alexia, Zamira, Paula. La lucha por la existencia en la diferencia, ¿Que piensan ustedes sobre esa pelea por ser diferente en una sociedad que siempre está intentando aplastar lo que no es igual a lo que plantea?
Zamira: -Esa pregunta debería ser para una persona trans ya adulta que ha pasado todo eso y que gracias a ella estamos siguiendo unos pasos más, no es que hayamos logrado conquistar todo porque todavía hay mucho odio, machismo, cosas asi que aun seguimos luchando y luchando para otras generaciones en ese punto.
Paula: -Mas que nada hoy por hoy la mirada de la sociedad, yo personalmente soy extranjera, hace muchos años que estoy viviendo acá, y vos Sergio que sos extranjero conoces seguramente el ambiente gay de allá en Colombia. Yo soy de Paraguay, donde es un tema muy tabú, muy atrasado. Desde que vivo en la Argentina, es decir, viví el proceso de transición acá en Argentina, relativamente soy de acá y lo pase genial, nunca la pase mal, nunca recibí ningún maltrato, puede ser que si capaz, cuando empecé a trabajar en un supermercado que empezaba a hacer trabajos que hacía un chico, obviamente que eso es violencia en forma de …”o haces esto o te quedas sin trabajo” uno lo hace. Más allá de que sea violencia, uno lo hace, en vez de que me traten como en realidad me autopercibo, hoy en día yo veo que eso cambió muchísimo, más que todo si una persona trans lo permite, como que se deja violentar en ese sentido. Hoy en día veo que avanzó muchísimo en materia de hacer tanta diferencia, gracias como decía la compañera a las luchas que se vienen teniendo desde hace un montón.
Antonella: -Y más que nada es cortar las cadenas desde el hogar porque nosotras salimos y existimos desde antes que se pueda poner el nombre y más que nada romper con el hogar, cortar las cadenas de odio de todo, porque esto es así… no, nosotras mismas forzamos nuestra propia coraza de ahí, por eso ella decía es violenta porque…. No somos violentas, eso es lo que nosotras fuimos creando con el tiempo por la misma gente,por el mismo odio que existe.
Es que muchas veces es la sociedad la que vuelve violenta a la sociedad que la integra.
Zamira: -He sido siempre de desconfiar de medio mundo, es horrible, porque nos pasa, pero como dice ella, lo fundan. Por eso para mi lo mas importante para que uno pueda crecer bien es el apoyo de la familia, que la familia te apoye como quieras ser, porque nosotros somos distintas, todas tenemos distintas cosas de entender, por ejemplo mis padres me aceptaron desde un principio, tal vez a ella no, al ver que a ella no la entendieron que se tuvo que ir de su país para acá para estar feliz. Cada una vivimos diferentes etapas, no es que somos iguales, pero ponele, el 60% de la población trans sufre violencia. La persona que más violencia sufrió somos nosotras, porque sufrimos violencia simbólica, violencia verbal, física, violencia en todo sentido sufrimos, entonces por eso es que somos distintas. Hay muchas chicas que hoy están muy bien económicamente como hay otras que no están bien, como hay chicas que salen a hacer su trabajo normalmente como se debe trabajar y hay chicas que están en situación de calle, millones de chicas en situación de calle, que todavía el Estado aún no está presente para esas ellas, ¿se entiende o no se entiende?
Se entiende, además, disculpen si soy un poco intrusivo, pero esas violencias simbólicas y físicas van en consonancia con lo que tu dices, forman la coraza e incluso como le da vigor a la propia violencia.
Zamira: -Cuando uno se hace a la defensiva por algo que va a pasar eso llega a generar violencia, ¿entendes? Y ahí es cuando se torna algo feo, porque yo he caminado, a una cuadra y media de acá , -nunca me olvido de eso porque me quedo para toda la vida- habían dos hombres ahí que quien sabe (decìan) “mira que divina esa chica que viene ahí”, y el hombre que estaba en ese edificio dice: -”no, si es un traba ese de ahí…” yo me había puesto morada, con ganas de llorar y ponerle una cachetada. , Me paré ahí y le dije: -¿qué te molesta a vos, que sabes vos si soy un trava, trans, queres que te muestre mis …? sos un atrevido, no te meto una cachetada por no faltarle el respeto porque yo no soy así”. Y me vine caminando, indignada y me quedo ese trauma que la misma Solange sabe, las chicas saben, fue peor que en mi propia provincia, porque en mi propia provincia, -que esta mucho el machismo-, nunca sentí así una descriminacion así, prefiero mil veces que se peguen los codazos a que cuando están pasando te lo digan y que lo escuche. Eso es feo porque yo no voy a decirle a nadie que sos vos, que haces vos, yo no voy a decir andá a atacar a esa persona injustamente sin conocerla.
Paula: -El simple hecho de ser diferente, que te distingas como trava o como que se yo, una chica trans. La palabra trava es como tan grotesca, tan chabacana… No se, es como dice ella, yo he estado en algún boliche donde te dicen “no es trava” y es como… no se, a mi me cae mal, o sea deci que soy una chica trans pero no una trava, te hace mucho la diferencia, no se, como blanco o negro.
En esa lógica que estamos hablando, ¿cómo sería una forma de reafirmarse en la identidad y en la percepción que ustedes tienen en esta sociedad que tanto las violenta?
Antonella: -Más que nada reafirmarnos nosotras mismas con lo que sabemos que nosotras somos, ¿no?. Hacer como que no te escucho. Yo se que soy Antonella, se que soy mujer y me voy a quedar con eso, yo reafirmo mi propia identidad y el ser así en todos lados. Sé que voy a ser yo misma, que es un proceso que lleva mucho tiempo.
Paula: -Y es como dice ella, es un proceso que una misma se acepta y eso también contagia a los demás para que te traten como lo que sos y yo pienso que una misma tiene que ser muy fuerte para que pueda contagiar eso y que los demás te vean con esos ojos cómo te ves vos misma.
Zamira: -Por el simple hecho de ponernos un vestido, un taco, nosotras ya somos fuertes, porque salimos igual, ya sea que se nos rían, se nos burlen o nos digan cosas, nosotras salimos y enfrentamos ,¿entendes? Y nos mostramos, nosotras somos guerreras, somos muy guerreras en ese sentido. Yo creo que todas las chicas pasamos por ese proceso de baja autoestima y todo eso, pero lo mismo, todas seguimos adelante,. Eso es lo que yo he pasado y lo repaso también.
Chicas, en términos institucionales, ¿cuál es la percepción que ustedes tienen?
Zamira: -Reafirmarse en esto de seguir golpeando puertas, seguir saliendo a la calle, seguir luchando por nuestros derechos aunque hay derechos dónde está la ley pero que no la ejercen como la tienen que ejercer. En ese sentido estamos atrasados mil años, las leyes están pero lo que hace falta es que se las cumpla, lo que hace falta es que los políticos se pongan mas con nosotras y que digan “bueno tengo que mover esto porque lo tengo que mover y bueno son chicas trans” , ¿se me entiende?
Leyes en el papel siempre hay, lo que no ha habido es la física de llevarlo.
Zamira: -Millones de leyes, pero no se cumplen algunas.
Paula: -Quería agregar, a eso como decís vos, la violencia institucional es porque justamente no se ejercen leyes que realmente se deberían implementar. Mucha de la violencias institucionales es por eso, por las leyes que están dormidas.
¿Cómo es ser una chica trans en el interior de la Argentina, en las provincias?
Antonella: -Yo soy de Salta, de San Ramón de la Nueva Orán, queda muy en el interior de la provincia. Desde los 16 años me di cuenta de que no era eso, que yo quería ser Antonella. Yo todavía estaba en el colegio, una escuela técnica imagínate. Y era así de empezar con el pelo, de dejarlo largo, empecé con los aritos, las uñas… el jefe del taller decía: -“córtate el pelo, las uñas largas, no vengas así…” ahh sabes como te da una ansiedad y entonces lo termine dejando al colegio y ya después empecé a ser Antonella y vine a Buenos Aires y la ciudad me abrió la cabeza.. Entonces yo pensé que mi destino era la prostitución, prostitución, prostitución, prostitución, y me di cuenta que no. En el 2018 volví a mi provincia y terminé el colegio. Cuando me inscribí en la escuela, la directora me llamó a mi sola y me dijo: -“yo no quiero que vos le estés pasando tu número a los profesores ni a los compañeros, que si te molestan me avisas a mi primero”, y así. Y cuando mi amiga entró en el otro cuatrimestre le hizo lo mismo.
Revictimizando.
Antonella: -Le hizo lo mismo como si yo me anotara en el colegio para joder con los compañeros o estar con los profesores.
Alexia: -¿Y eso no es violencia institucional?
Absolutamente.
Antonella: -Lo terminé por suerte en marzo de este año el colegio, así que, bien ahí… y en el hospital ni te cuento.
Paula: -Como les dije, la transición la hice acá en BsAs. Algo que yo tengo, es que soy una persona muy respetuosa, respeto muchísimo los valores, la cultura de mi familia, de mi país, más allá de que sea muy cerrado respeté muchísimo. A los 18 años termine la secundaria, termine los cursos, me vine para acá justamente para eso, para desarrollarme en la manera que quería ser que allá iba a ser imposible. Mi familia me apoyó, estuvo de acuerdo conmigo y me respetaba pero antes que todo me vine para acá para desarrollarme tal cual soy y no hacerlo allá. Obviamente que allí me iba a costar muchísimo más que acá porque iba a ser la lucha contra toda la sociedad, no iba a ser solo con una parte, iba a ser contra todo, allá es increíble lo que es de cerrada toda la sociedad. Decidí venir para acá porque yo siempre vi a Buenos Aires como una ciudad abierta, de mente abierta y para desarrollarme aca, mas alla de que mi familia como les decía, estuvo de acuerdo, siempre los respeté como para que ellos no reciban esa violencia de la sociedad, para que no les digan, “mira tu hijo es así, ¿porque es así?” Bueno eso también lleva a mi familia a que reaccione de una manera que capaz no quieren reaccionar conmigo, no seas así…
La presión…
Paula: -Claro, entonces yo decidí venir y hacer mi vida acá, gracias a mi familia. La transición la viví acá en Buenos aires, soy más porteña que cualquiera y bueno esa cultura de Buenos Aires la llevo muy adentro. Ahora voy a viajar a Paraguay con muchas ganas y no me importa lo que digan los demás.
¿Te sentís porteña en Paraguay?
Paula: -¡Sí obvio! (Risas)
Paula: -Yo hablo desde mi lugar. Desde el momento en que yo supe quien era realmente, lo que los demás piensen de mi , la verdad que no me importa, como que yo estoy muy segura de lo que yo soy, en lo que me convertí, de lo que siempre quise ser, porque la verdad es que nunca cambié en nada, vengo así desde la cuna. Creo que el secreto está en aceptarse a uno mismo, en saber qué es lo que realmente quiere ser, después la opinión de los demás, después pasa a un segundo plano…
Y digamos en los espacios laborales, educativos en los que ustedes hayan hecho parte, ¿han tenido ustedes un ejercicio de lucha también?
Zamira: -No se, no sabría contestarte bien está pregunta pero si que luchamos, todavía seguimos luchando para que se incorporen mas chicas trans no solo a los espacios públicos sino también en los privados, necesitamos avanzar con todo eso y entrar a un trabajo. Que ya no se nos vea como un pedazo de carne o un objeto sexual, que nos vean como personas capaces de hacer cosas que ni siquiera se llegan a imaginar, porque somos personas muy inteligentes también y hay muchas chicas que están estudiando, muchas chicas que se recibieron de profesoras, que se recibieron de abogadas, que se recibieron de muchas cosas, pero que no las están tomando, entonces también necesitamos que la sociedad también cambie y empiece q contratar mujeres trans, porque son personas muy responsables. Hoy entré a trabajar y soy muy responsable en el tema trabajo, yo no quiero seguir siendo una costurera, no quiero ser manicurista ni masajista, yo quiero ir por más, yo quiero entrar ya sea en lo político, en lo privado o en lo público. Yo quiero entrar ahí como todas nosotras tenemos el derecho elemental.
Se entiende absolutamente, ustedes piensan entonces en esta democracia, digamos liberal, ¿los derechos entonces son para todo el mundo?
Si, desde el momento de nacer, nosotros somos seres humanos, en el momento que nacemos, nosotros ya tenemos derechos, se nos negaron esos derechos por ser distintas, entonces lo que hacemos es una lucha porque somos personas, no somos extraterrestres, somos personas, necesitamos que eso se cumpla, así como han empezado a luchar por los nuevos derechos que se nos han dado , que se cumplan las cosas porque a veces te dicen, si, si, la ponen y entonces no hacen nada.
Habíamos hablado hace un rato, antes de arrancar la entrevista, de la educación sexual integral (ESI). La aplicación de esta ley se hace urgente en todos los espacios: públicos, privados, desde chicos y chicas hasta la gente más grande.
Antonella: -Si igual yo pienso que no solamente a los chicos, creo a las personas cis grandes, a todas hay que explicar. Porque ellos mismos, vos los escuchas -en el ámbito de trabajo te cuento- ellos piensan que un fluido no hace nada, no contagia, no transmite nada, te coje con forro pero te la chupé hace rato sin forro, no pasa nada. Ahí te das cuenta que cachetazo y a estudiar la ESI. Ellos piensan que con besos no pasa nada, que te chupo la chichi y no pasa nada y es todo lo contrario, te pasa todo. Es urgentísimo.
Zamira: -Es un tema de salud.
Antonella: -En mi provincia (Salta) salió una nota en la parte de infectología comentando que el índice de personas contagiadas empieza desde los 16 para abajo.
Alexia: -En mi provincia, desde los 14.
Zamira: -Pero también eso pasa porque la escuela no les enseñó que iba a pasar y también los padres.
Paula: -También es un problema, que se desenvuelvan tan rápido en lo sexual digamos, si me parece que la educación es lo básico ya sea para el autopercibimiento y para lo sexual, es impresionante, es impresindible que desde el momento que uno se percibe asi como es , sea cual sea el sexo que elija tener.
Chicas el 15 de agosto fue el día de las infancias trans, ¿Cuál es la percepción que ustedes tienen con este tema?
Antonella: -Ahora los niños te lo manifiestan a tan temprana edad que ya se dan cuenta solos de lo que son y mientras de la familia de ese niño esté el apoyo, que no lo frenen… ya de chiquitos empiezan las transiciones entendes, capaz que ni se van a dar cuenta que existe o que es ser trans porque ya el apoyo desde tan temprana edad ayuda demasiado.
Zamira: -Aparte el padre y la madre siempre saben qué es lo va a ser su hijo porque cuando yo fui asi, mi mama me dijo: -“yo ya sabía que desde chiquita ibas a ser así, que jugabas con muñecas que te vestías de mujer”, ¿pero qué es lo pasa ahí?, si vos tenes un hijo, te vas a dar cuenta que tu hijo quiere ser lo que quiere ser, ¿o no?. Pero si vos le empezas a poner corte a los chicos desde temprana edad, es como que eso lleva a un retraso grande, un trauma. Hay unos padres que le dan una libertad, y que los dejan ser lo que quieren ser. Talvez el dia de mañana cuando sean grandes y se den cuenta que no era eso lo que querían ser puedan cambiar lo que quieran ser, mientras que sean felices, mientras que el niño nazca, vaya creciendo su transición que sea feliz es lo más importante.
Paula: -Me acuerdo en los años 90 tenía 6 años -esto me lo cuenta mi mamá porque no tengo mucha memoria- y tengo un hermano de 32 años, llevamos un año de diferencia y le pregunta qué vamos a pedirle a los reyes magos mi hermano pide pelota y bla bla bla, y a mi me pregunta y pedí una muñeca y mi mama y mi papá se quedaron así como… Entonces a partir de ahí mi papá y mi mamá nunca tuvieron un freno conmigo, nunca hicieron un parate. Y cosa que nunca me regalaron una muñeca, me regalaron un dinosaurio pero nunca me dijeron no, nunca tenes que pedir eso. Es decir mi transitar de niña trans fue como que bien porque nunca recibí esa violencia de parte de mi familia de no, no tenes que hacer eso. Eso también me llevó a ser lo que soy hoy en día más allá de que reciba o no una violencia desde la familia. Es muy importante el acompañamiento ya sea de forma presencial digamos de que tu familia esté con vos, porque te diría que hay formas en que no, porque capaz hay muchas chicas que les dijeron, tenes que ser así y siguió igual la lucha desde su casa. Entonces yo desde chica, le contaba a mi mama que me gustaba un chico en mi colegio y yo lo hacía desde el lugar de la inocencia, estaba todo bien que me gustaba un chico y mi mama solo se quedaba callada nunca me decía no, no te tiene que gustar. No tengo ningún recuerdo malo de mi mamá ni de mi papá, ni de mis hermanos que digan no, no tenes que hacer eso, vos no tenes que ser así. Mi transitar desde que era niña es que no tuve traumas ni ahora de grande, por eso ahora que soy lo que soy gracias a mis padres, que me viene desarrollando gracias a mi familia.
Casi sobre el final de la entrevista llegó Diana Zoe López García, Zoe para todxs, la presidenta de la asociación civil para compartir algunas palabras con MUTA.
Zoe: -Somos como todas las personas y queremos todos los mismos derechos. Aparte se que es un poquito difícil porque a nosotros los derechos no nos lo regalaron, nosotros los tuvimos que obtener, los tuvimos que buscar y le digo a las chicas que hay que mantenerlo, que no hay que relajarse porque tenemos derecho a salud, a la educación y está buenísimo, derecho al trabajo, perfecto. Ahora no todas son independientes, hay una zona roja pero también sepan que hay otras puertas también pero para que esas puertas siguen abiertas hay que meterle, no relajarse. Pero ya está, ahora me relajo porque cuesta sostenerlo. Y también pensar en nuestras hermanas que dejaron sus vidas y que nosotras podamos disfrutar de todos esos beneficios que ellas no pudieron y apoyarlas también en el reconocimiento… Las que vivieron la dictadura, la mayoria tiene 80-90 años y vive en situación de alquiler, de prostitución, y son las mujeres que dejaron su vida para que mi generación, la generación de ellas y la generación que sigue y por eso te digo hay que mantener estos derechos, y hay que ir por mas porque la lucha continua, y esto sigue, siempre menos es mas.
Entrevista por Sergio Perugache para Muta Magazine, fotografía por Karen Bogado.
U a tarde hermosa. Unas mujeres preciosas.