24 de marzo, efeméride que recuerda cómo salvajes que en nombre de la “patria” y en el “fragor de la guerra” intentaron arrebatar, cuando menos aminorar, la lucha de lxs diferentes y le llamaron “proceso de reorganización nacional”.
Poco más de las 3 de la mañana del 24 de marzo de 1976, un miércoles, una voz fuerte devenida en matón, irrumpió por cadena nacional:
“Se comunica a la población que a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento de las disposiciones y directivas que emanen de la autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones”.
Disparatadas disposiciones. Absurdos argumentos. Bestiales repercusiones y en el medio un Mundial de fútbol y silencio internacional.
La ideología de los golpistas y la aplicación de la doctrina militar en las calles exigía “caducidad de los mandatos de presidente de la Nación, de gobernadores y vicegobernadores, diputados, intendentes”.
Quizás el “proceso” fuese la desaparición de seres humanos, el secuestro, la privación ilegítima de la libertad, la tortura en centros clandestinos enviar al éxodo obligatorio a miles de personas o apropiarse de recién nacidxs. El poder mostrando sevicia. Dando dolor.
El plan iba más allá
¡Era un cóndor!
Latinoamérica era presa de la macartización imperial del norte.
Sus prohijados: Chile, Brasil, Uruguay, la hermana Paraguay. El mal se propaganda. El silencio se ajustaba casi en la figura del cómplice.
Y claro, no olvidamos a lxs migrantes asesinadxs y desaparecidxs. Porque sí, como hoy, la migración es un derecho humano, sin dejar de ser el blanco favorito del odio con olor a Occidente.
Día Nacional de la Memoria por la Verdad y Justicia
Nos convoca con rabia que combate el intento de borrar la memoria, premiando una impunidad impúdica. Construimos reflexión colectiva y análisis crítico de la historia.
Por los 30.000 detenidxs desaparecidxs.
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