Nuevas politicas emergen para contener la vasta cantidad de música subida a las plataformas.
Como una de las nuevas políticas diseñadas para la contención y el “correcto” tratamiento de artistas en las plataformas de streaming, Dreeze inaugura un modelo de clasificación en base a las reproducciones obtenidas por los artistas. Deezer y UMG (Universal Music Group) han acordado la manera en que se perciben las ganancias. En este plan esbozado por la aplicación informática francesa, serán excluidos de las regalías el famoso “ruido blanco” y otros archivos no musicales.
La plataforma de música online atribuirá una doble compensación a aquellos artistas que consideren profesionales, es decir, aquellos que tienen mil reproducciones por mes con un mínimo de 500 únicos oyentes, en aras de “proteger a los mismos por la calidad y el vínculo que proveen a la plataforma y los fans”. Una doble compensación será también pagada a aquellas canciones que los oyentes escuchan activamente, al margen de las recomendaciones algorítmicas. Esto quiere decir que reproducir una canción por motus propio será mejor pago para los artistas que la misma canción reproducida por sugerencia de la plataforma, en una lista de canciones preestablecida.Estos nuevos cálculos de Deezer proponen una mayor compensación para los artistas de nivel medio y masivos, pero ese aumento de ganancias correrá a expensas de artistas incipientes.
Believe, una empresa francesa de música digital, ha protestado a Deezer y a UMG la indiferencia dispuesta contra los artistas emergentes y la comunidad de música independiente. Believe denomina a esta nueva estrategia una suerte de sistema “Robin Hood al revés”.
“Como compañía que trabaja con artistas y sellos en todos los niveles, consideramos que todos los artistas deben ser compensados de forma equitativa en los servicios de streaming, independientemente del estadio de sus carreras. Nos oponemos fuertemente a esta modalidad, que se centra en tomar compensaciones de artistas emergentes para localizar a los ya masivos y establecidos. Es de nuestra convicción, basada en data, que dicho sistema reducirá la diversidad y desalentará la creatividad”, expresó la compañía.
Algunos de los problemas sobre el mercado del streaming son:
- La escucha de música se ha vuelto un commodity.
- El volumen y velocidad de música publicada es excesiva.
- La mayoría de los artistas no ganan lo suficiente.
- Los artistas están construyendo audiencias en vez de una base fiel de seguidores.
La nueva política determinada por UMG y Deezer atiende alguna de estas problemáticas pero desatiende otras, y no menos importantes como las dos últimas.
Entre el 2000 y el 2022, los artistas sin discográfica crecieron en un 60% en cuanto a la obtención de regalías en el streaming, mientras que aquellos más populares, un 35%. En el 2022, los artistas sin discográfica representaron un 8% del total de las ganancias percibidas. Este crecimiento se debe a la mayoría de músicos que se encuentran en los últimos eslabones en cuanto a reproducciones, es decir con menos de mil de ellas. El número de artistas con esta cantidad de reproducciones crece al mismo tiempo que la percepción de sus correspondientes ganancias, por lo que la mayoría de ellos difícilmente rompa la barrera de los 1000 streams. Esto supone que quizás la porción más importante y dinámica de la industria de la música sería una permanente fuente de ingreso para las grandes compañías y sus representados. La idea de que a un/a aspirante artista en su habitación le es tomada la mitad de sus regalías para pagarle a, por ejemplo, Taylor Swift, suena hasta absurdo y una ofensa al esfuerzo y la creatividad.
La idea de las mil reproducciones no es una mala idea per se. Podría ser usado totalmente opuesto a lo pretendido para rebalancear la economía del streaming. Estos artistas con mil reproducciones representan fácilmente el 80% del conjunto total. La gran mayoría genera menos de 100 dólares al año. En términos generales, sus ingresos totales representan aproximadamente el 1% de todas las regalías de streaming, lo que significa que el impacto sobre los grandes artistas será bastante pequeño. Es difícil de imaginar cómo músicos con menos de 1000 reproducciones mensuales obtendrán una doble compensación sin que ese dinero sea añadido como un plus a las regalías o sacado de algún lugar.
Muchos artistas incipientes tienen afianzadas una comunidad de fans que hacen que se escuchen sus últimos lanzamientos muchas veces. Por ejemplo, en el modelo de los 500 oyentes mensuales, aun 300 escuchando una nueva canción de un nuevo artista cinco veces por mes no aplicaría para esta doble compensación. En cambio, un artista que logra una canción en una playlist cualquiera con mil oyentes, sí lo haría. Una inconsistencia que debiera revisarse. Las discográficas independientes buscan, fomentan e invierten en nuevos talentos; es el rol más importante dentro del negocio de la música. Un mecanismo de regalías a través del streaming que toma del 80% del total de los artistas para redistribuirlo en el otro 20% es lisa y llanamente injusto. Las compañías invierten en las estrellas del futuro. ¿Quién no desearía invertir en el futuro?