Especulaciones sobre la pospandemia.
La pandemia vino a reforzar el poder de los estados al mismo tiempo que aumentaba su interdependencia. ¿Cómo se puede ser más fuerte y más dependiente a la vez?
Con el diario del lunes
Mayo de 2020. El virus estaba en el pico de su popularidad en todos los medios. El síntoma era inevitable: había que decir algo, no importa qué pero llenar el aire de alarmas parecía una necesidad. En ese tiempo trocamos salud a cambio de libertad, a cambio de ser conducidos por los que saben. En medio de esto, a modo de tiro de gracia, un grupo de académicos de Estados Unidos² publicó un folleto con tres escenarios posibles para los meses venideros:
Luego de la primera ola , vendrán olas más pequeñas que irán perdiendo fuerza hasta detenerse, proceso que demora entre uno y dos años.
Una vez acabe la actual ola de contagios, se vivirá un periodo de tranquilidad durante la estación cálida.
No habrá un patrón definido en la curva de contagios. El escenario será impredecible hasta que la tormenta amaine de alguna manera.
- Ok, gracias por la buena onda.
La naturaleza, al parecer, eligió la tercera opción y nos obligó a hacer algo que solemos hacer por nuestra cuenta: especular y a causa de eso, angustiarnos. Se parece a querer ver el final de la película o conocer el remate del chiste. Necesitamos de las catástrofes por venir.
Los Sabios
¿Quiénes son los que son capaces de hablar y hacer temblar al mundo hoy? Podríamos decir que médicos y científicos son quienes tienen la capacidad de desarmar y reestructurar poblaciones si quisieran conspirar -algo que cualquier transhumanista consideraría válido- sin embargo lo más temible hoy no se siente como si fuese el virus en sí sino las decisiones que toman los grandes actores, nuestros propios vecinos y nosotros.
El filósofo Peter Sloterdijk (2011)³ escribió: “la actualización del lazo social en el sentir de sus miembros solo puede llevarse a cabo mediante un estrés tematizado de manera crónica […］Si un colectivo se enfurece ante la idea de su propia desaparición indica que tiene un buen nivel de vitalidad”.
La humanidad, doblemente apretada por las circunstancias de lo real del virus, -sea cual sea su origen- y por la política, -sea cual sea su vertiente-, debe lucir como un grano lleno de pus palpitante desde el espacio. Ahora bien, ¿Qué hacen los grandes actores; los sabios que sugieren, vaticinan y aconsejan a los que modifican nuestras circunstancias en medio de lo real y palpable de la pandemia? Han hecho algo más que acrecentar el estrés, le dieron de comer a la quimera que parece ser la sociedad, vista con ojos de Sloterdijk. Unidos por el miedo, nos sujetamos más a ese tiempo en que lo normal no era un recuerdo y elegimos entre absorber el problema en nuestra vida, -ponerlo como trasfondo cotidiano, tal como al ruido de la ciudad- tal vez, sugieren, poniendo en riesgo nuestra integridad o podemos expulsarlo de lo real a costa de nuestra libertad, hecho que se parece bastante a decir “a costa de nuestra normalidad”.
¿Qué tan libres éramos? Si estamos a punto de ver la nueva cara de la sociedad, puede ocurrir que la nueva libertad que trae consigo sea muy distinta a la que decíamos tener o a la que queríamos aspirar. Dependerá de con quiénes queramos sentir el temor y el temblor.
- Carreiras, H. y Malamud, A. Geopolítica del coronavirus, en El futuro después del COVID-19. Jefatura del Gabinete de Ministros de Argentina. Lanzamiento editorial: El futuro después del COVID-19 | Argentina.gob.ar
- CIDRAP, 2021. COVID-19: The CIDRAP Viewpoint. University of Minnesota, p.5. cidrap-covid19-viewpoint-part1_0.pdf (umn.edu)
- Sloterdijk, P., 2017. Estrés y libertad. Buenos Aires: Godot, p.16.
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