Además de invadir países, a Rusia le sobra tiempo para perseguir movimientos. Hace menos de un mes, el Tribunal Supremo de Rusia calificó como “extremista” al movimiento público internacional LGBT y prohibió toda actividad pública.
Solo 48 horas después, se reportaron allanamientos en clubes nocturnos, saunas masculinas y bares gay en toda Moscú por parte de las fuerzas de seguridad, bajo el pretexto de un operativo antidrogas, según informa (cbc.ca). De acuerdo con la información publicada en la web de Amnesty.org, los “participantes” tras la decisión del Tribunal Supremo pueden enfrentarse hasta a 5 años de prisión y sus “organizadores” y “donantes”, hasta a 10 años, en aplicación de los artículos 282.2.2, 282.2.1 y 282.3 del Código Penal, respectivamente.
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A pesar de que el gobierno insiste en que no criminaliza explícitamente las relaciones del mismo sexo ni las diversas formas de expresión de género, sus acciones demuestran lo contrario en las leyes adoptadas.
En 2013, se implementó la ley de “propaganda gay”, prohibiendo cualquier respaldo público de “relaciones sexuales no tradicionales” y la disposición en 2020 para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La decisión, sostienen algunos medios (time.com), fue tomada en respuesta a una demanda presentada por el Ministerio de Justicia, en un último paso en una represión de una década a los derechos LGBTQ bajo el presidente Vladimir Putin, quien ha enfatizado “valores familiares tradicionales” durante sus 24 años en el poder.
Fuentes
https://www.cbc.ca/news/world/moscow-gay-bars-raid-lgbtq-supreme-court-ruling-1.7047488